Hoy os recomiendo a Amancio González, escultor autodidacta desde 1987, año en que logra abrirse camino exponiendo individualmente primero en Madrid y seguidamente en Santander, tras participar en diversas colectivas, consolidando un discurso que va trascendiendo a través de su esculturas públicas; destacando sus capacidades en el empleo de distintos materiales, desde la madera, el hormigón, granito y bronce, al mármol o el hierro.
La obra de Amancio, lejos del frío y repetitivo academicismo, nos ofrece una perspectiva diferente utilizando siempre la figura humana, en ocasiones metamorfoseada, pero siempre el hombre presente.
El artista diversifica cada vez más los materiales que emplea en la realización de sus obras, unos trabajos que recuerdan siempre las esculturas que para espacios públicos ha realizado. «No hay diferencia entre unas y otras -dice- porque cualquiera de estas esculturas se podría trasladar a tamaños más grandes sin que perdiera ninguna de sus características. Yo interpreto de la misma manera una obra de pequeño formato que una gran escultura para un lugar público».
Desde el año 1991 ha mostrado su obra en numerosas exposiciones individuales y colectivas por todo el territorio nacional y en el extranjero. Ha participado en simposios nacionales e internacionales como los de Fuerteventura, Barcelona, Valladolid, Bramming (Dinamarca), Gümüslük (Bodrum, Turquía).
Su obra pública está repartida por todo el territorio nacional así como en Dinamarca, Francia o Turquía y está presente en las Colecciones de Instituciones como Caja Cantabria, Diputación de Valladolid, Diputación de León, El Museo Provincial de León y el Museo Tiflológico O.N.C.E. de Madrid.
Desde A-cero In también hemos querido tener presente a este artista con su escultura de bronce ‘Ícaro’: