Amanda Bynes ha conseguido el permiso para abandonar el hospital psiquiátrico de Pasadena, California.
La actriz estuvo ingresada veinte días y los facultativos habían conseguido que un juez prorrogara su estancia un mes más.
Hace unas horas, Amanda ha sido vista dando un paseo por Sunset Strip, en West Hollywood, cenando en uno de los restaurantes de la zona y buscando un hotel para pasar la noche.
“Estaba hablando sola, pero fue muy amable y simpatica con los empleados del lugar”, ha revelado una fuente a ‘People’.
Bynes ha vuelto a escribir mensajes en su cuenta de Twitter para mostrar su desprecio contra sus padres y su mánager, Sam Lufti.
“Hola chicos, Sam Lufti continúa hackeando mi Twitter. Él es el malo y necesita ser detenido”.
“Voy al juzgado con mi abogado para luchar contra mi madre y mi padre por el control de mi vida personal y mis finanzas”.
“La gente tiene que escuchar la verdad acerca de quién soy en realidad – Necesito demostrar al juez que no necesito ninguna ayuda para tomar decisiones sobre mi futuro. Yo estaba pensando en trasladarme a la Universidad de Nueva York, y nunca quise estar sin hogar. Estaba viviendo en bonitos hoteles hasta que encontré el apartamento”, ha explicado.
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