La escena permanece intacta en el inconsciente colectivo. Juan Krupoviesa corre con desesperación para llegar a tiempo y, de pronto, se viste de karateca. Lanzado a toda velocidad en el aire, suelta una patada escalofriante a la rodilla de Rolfi Montenegro. Hay silencio e incredulidad en el cemento de la Bombonera. Dolor en el cuerpo del ex enganche de River. Y tarjeta roja, por supuesto, para el ex lateral de Boca. Todo ocurrió hace seis años, en un clásico de clásicos, y la realidad futbolera muestra que el tucumano suma cada vez más imitadores. El peruano Carlos Lobatón fue el último en sumarse a su grupo de amigos. En medio del cruce con la Argentina, quiso cortar una salida rápida de Marcos Rojo, aunque hizo todo lo contrario. Su intención se convirtió en una patada voladora a la cabeza del ex Estudiantes (ver el video a los 2:20 minutos). Era expulsión directa, pero el colombiano Wilmar Roldán apenas sacó la amarilla. Nada más. Un castigo mínimo ante tanta brutalidad.