Puede parecer que levantarse temprano y estar de vacaciones serían incompatibles pero nada más lejos de la realidad y menos en este caso.
Levantarse a las 6 a.m. te recompensa con maravillosas imágenes. Si eres un apasionado de la fotografía sabrás que es uno de los mejores momentos, junto con los atardeceres, por la calidez y suavidad de su luz natural.
Pero además la tranquilidad, el silencio y la calma (sin caer en un estado de marasmo) del ambiente en esos instantes permiten disfrutar de un momento íntimo y de reflexión, haciendo resumen de los momentos vividos y soñando con los que todavía quedan por vivir.
Me tomé mi tiempo y fotografié con tranquilidad…