Hay cielos, como aquél con el que me topé de bruces esta mañana, que te recuerdan el milagro que supone despertarte cada día...
Cielos que te encogen, con los que te sientes realmente pequeño ante la inmensidad del Cosmos...
Cielos que te hacen exclamar recordando aquel "Amanece... que no es poco!"
Cielos que son Santos, cielos que van incluso más allá del séptimo...