Amaneceres

Me gusta levantarme temprano y entrar a trabajar pronto, si eso me supone poder también salir más o menos temprano y tener el resto del día para mí. Lo único que no llevo demasiado bien es salir de casa antes de que haya amanecido. La oscuridad de la mañana me deprime un poco si estoy en la calle.

Este curso estoy empezando un poco más tarde, sin haberlo planeado ni buscado. Al principio se me rompieron los esquemas, estaba un poco decepcionada, creyendo que no iba a aprovechar tanto el tiempo, pero hasta ahora veo que me funciona mejor de lo que esperaba. Intento levantarme a la misma hora de siempre y me voy poniendo en marcha despacio, pero sin pausa.

Quiero tener la agenda preparada para cada día de la semana, para no tener que darle demasiadas vueltas a la cabeza pensando qué hacer. En realidad ya la tengo organizada, pero estoy haciendo cambios, porque intento distribuir las actividades que mejor me vayan para esa hora del día. Llevo un tiempo dándome cuenta de que el horario afecta mucho a mi concentración y que cosas que me cuestan muchísimo a unas horas, en otras me salen como la seda… Quizás lo veas como una perogrullada, pero para mí es algo que estoy descubriendo ahora. ¡Lleva tanto tiempo conocerse a una misma!

Ese tiempo para mí me aporta calma y tranquilidad y permite que mi cerebro se active poco a poco. Y me gusta mucho pisar la calle cuando ya tenemos luz. Y a ti ¿te gusta que el amanecer te encuentre fuera? ¿o eres de los míos y prefieres salir ya con la luz del día?