Me gustaría no hacer spoilers de lo sucedido en anteriores libros, pero a la altura a la que estamos de la saga, que éste es ya el 11º, es inevitable. Aún así, como siempre, el último párrafo lo podéis leer perfectamente por ser el de conclusiones ;)
Argumento: Qhuinn, hijo de nadie, está acostumbrado a defenderse por sus propios medios. Repudiado por su estirpe y excluido por la aristocracia, simplemente por tener ojos de distinto color, parece haber encontrado por fin su identidad como uno de los guerreros más brutales de la guerra contra la Sociedad Restrictiva. Sin embargo, su vida aún no está completa. A pesar de que la perspectiva de tener su propia familia parece estar finalmente a su alcance, Qhuinn se siente vacío por dentro, pues su corazón lamenta las oportunidades perdidas que acabaron llevando a quien ama a los brazos de Saxton, su primo y abogado personal del Rey, Wrath.Por otra parte, Blay, después de años de soportar el dolor de un amor no correspondido, parece haber superado por fin sus sentimientos hacia Qhuinn. Y ya era hora, pues al parecer éste ha encontrado a su pareja perfecta en la Elegida Layla con la que va a tener un hijo. Y aunque es duro para él ver a la nueva pareja, sabe muy bien que el hecho de construir su vida en torno a un sueño imposible sólo le romperá corazón. Además, parece que con Saxton ha establecido una relación sólida aunque sus sentimientos por Qhuinn siguen presentes.
Pero aunque el destino parece haber llevado a estos dos soldados en direcciones opuestas, la lucha por el trono de la raza vampira y contra los restrictores podría ayudarles a ver con claridad y sincerarse mutuamente.Nos encontramos ante una novela cuya pareja protagonista son dos hombres y hay sexo explícito entre ellos. Así que homófobxs fuera de aquí, por favor.Además, es una saga que se enmarca en la romántica adulta paranormal, donde los especímenes masculinos son siempre muy machos. Bien por la autora. No estoy muy puesta en estas sagas salvo la de los Cazadores Oscuros además deésta, pero no me suena que muchas autoras hayan tenido el valor de dedicarle un libro a una pareja homosexual. Seguramente habrá relatos cortos con personajes secundarios y publicados en antologías o virtualmente, no lo sé, ¿pero dedicar todo un libro que, además, resulta seguir el hilo y avanzar en los acontecimientos ya iniciados anteriormente, abriendo el camino de nuevas historias? Lo dudo. De todos modos, soy una de las que piensa que perdió la oportunidad de lanzarse con este tipo de relación con V y Butch.La historia de Qhuinn y Blay se lleva arrastrando ya bastantes libros. Sinceramente, no recuerdo cuándo empezó (releyendo mis reseñas, la primera mención que hago es en el 6º libro, Amante consagrado), pero desde que los conocemos no han parado de crear expectación por su relación. Sin duda, el título le va como anillo al dedo: "al fin". Creo no equivocarme si digo que ésta es la pareja más complicada que ha creado la autora. No sólo el tema de la homosexualidad está igual de mal visto entre vampiros que entre humanos, sino que ellos mismos lo han ido liando más a cada libro que pasaba, hasta el punto que uno tiene una hija en camino y otro tiene pareja estable. Y no es que se solucione todo rápidamente, pues hasta las últimas páginas (de 710) no terminan de entrar en razón. Eso sí, todas las idas y vueltas, los equívocos y complicaciones merecen la pena. Tienen algunas escenas preciosas, emotivas, intensas y sorprendentes. De todos modos, no puedo callarme que las que salían de manera esporádica en otros libros consiguieron emocionarme más.Aún con todas esas escenas entre ambos, Ward ha vuelto a pecar de meter demasiadas subtramas en un único libro, restándole demasiado protagonismo a los dos chicos, y con lo que ha costado que les llegase el turno, es una pena. El equilibrio entre la historia de la pareja protagonista de turno y la trama global que había recuperado en Amante mío y Amante renacido lo ha vuelto a perder. Ni mucho menos digo que esto lo convierta en un mal libro pero, aunque en general me han gustado, podría haber dejado para más adelante las dos historias que parecen abrirse aquí. Por un lado, la subtrama de Trez, una de las "sombras" y antiguo socio de Rehvenge. Es quien protagonizará el 13º libro, The shadows, y parece que aquí le ha abierto la puerta al empezar a conocerle, tanto a él como a su hermano iAm. Todo los capítulos dedicados a ambos bien se podrían haber aplazado al 12º libro.Luego está la parte de Assail, el nuevo capo vampiro de la droga tras la salida de Rehvenge del negocio, y Sola, una humana de armas tomar. Actualmente, y sin saber qué pasa en los próximos libros, no se sabe si tendrán uno para ellos más adelante. No me han disgustado sus capítulos tampoco, pero vuelve a pasar lo mismo ¿qué pintan aquí? Poco o nada. Algunas intervenciones de Assail sí que tienen cierta relevancia, pero no son las enfocadas a la pareja, sino en las que se muestra neutral en la guerra por el trono, en su papel de traficante y en cierta venganza. Ya.Y por último, que sí parece más relevante para el siguiente libro, The King, la trama entre Layla y Xcor. Teniendo en cuenta que él es un maldito que quiere derrocar a Wrath, no es que caiga en gracia. Y sinceramente, que su atracción tan profunda se base en un encuentro de apenas unos minutos no convence. Habrá que ver cómo lo desarrolla más adelante. Al menos será interesante saber cómo enfoca una historia donde ella tiene/tendrá una niña que es de otro hombre. Puede dar una muy buena novela, aunque de momento, ambos me dejen bastante fría.Así que, con tanto follón de subtramas, siento que la historia de los protagonistas ha quedado demasiado eclipsada. Por no hablar que ha faltado bastante acción, se echan de menos las peleas contra restrictores que le aporten un poco de riesgo a la saga. En este libro y en los últimos no pasan de ser unos pobres camellos, sin organización, estructura o fuerza, aunque al comienzo del libro parecía que la cosa iba a cambiar. Los complots políticos para derrocar al Rey no resultan tan emocionantes.Con este plan, le tengo pocas expectativas a The King que tendrá a Wrath y Beth de protagonistas de nuevo (recordar que fueron la pareja que inició la saga en Amante oscuro), por lo que no habrá una nueva pareja que se desarrolle. Todo apunta a un libro que continuará la estela de éste sin alicientes especiales. Espero equivocarme.En definitiva, Amante al fin es una novela muy buena que me ha enganchado página a página, aunque no es la mejor de la saga. La historia de los protagonistas me ha enamorado y han tenido muy buenos momentos, aunque para ser sincera, las escenas esporádicas que había salpicadas en los otros libros tenían una chispa que aquí no me ha llegado de la misma manera, por más que igualmente me hayan encantado. El exceso de subtramas, a las que les habría venido bien unos cuantos tijeretazos para pasar buena parte del contenido a otros libros futuros, le ha hecho perder puntos inevitablemente.