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Amante Renacido, de J. R. Ward

Publicado el 20 marzo 2014 por Belldandy @belldandy_18
Amante Renacido, de J. R. WardAl fin nuevo libro de mi adorada (aunque con altibajos) saga de La Hermandad de la Daga Negra. En la futura entrada de adquisiciones de Marzo veréis la compra del mismo, pero no quiero retrasar la reseña hasta entonces porque es muy especial, no sólo por ser el que llega a la decena (sin contar la guía), sino por el protagonista que tiene. 

Lo primero que debo decir es que la historia empezó, en cierta medida, muchos libros atrás. Tohrment era alguien importante desde el mismo primer libro y, a lo largo de toda la saga, le han ido pasando muchas cosas hasta llegar a este volumen que va dedicado a él. Por tanto, debo avisar que a partir del próximo párrafo, va a haber spoilers de todo eso que le sucede, así que quien no haya leído hasta aquí la saga, ya sabe a lo que se enfrenta de seguir leyendo. De todos modos, el último párrafo, el de conclusiones que suelo hacer, sí podéis leerlo con tranquilidad.Amante Renacido, de J. R. WardArgumento: Desde la muerte de su shellan, Tohrment ha dejado de ser el valeroso líder vampiro que fue antaño. Físicamente demacrado y con el corazón roto después de su pérdida, fue devuelto a la Hermandad por Lassiter, un ángel caído. Cuando por fin se recuperó parcialmente, sólo encontró un motivo para continuar viviendo: la venganza a través de la lucha contra los restrictores, los malditos que le arrebataron a su Wellsie y al niño que no llegó a nacer. Aún así, lo que en el fondo espera es caer honorablemente en la lucha para poder reunirse con ellos.
Pero para lo que no está preparado es para la nueva tragedia que le espera. Tohr ha empezado a ver a la mujer que amaba en sueños, atrapada en un lugar gris y aislado, muy lejos de la tranquilidad del Ocaso, donde debería estar. Las palabras de Lassiter le revelan una terrible realidad: su amada está atrapada en un Limbo por su culpa, por no haber sido capaz de despedirse de ella. 
Tohr debe aprender a seguir adelante con su vida o de lo contrario, el alma de su shellan nunca encontrará paz. Ha de aprender a amar a otra persona para, de este modo, poder liberar a su antigua compañera. N'adie, una hembra que rechaza su propio nombre y se hace llamar así por culpa de su pasado triste y oscuro, comienza a abrirse paso hacia él. 
Mientras todo esto sucede, se ven inmersos en la cruenta guerra contra los restrictores, y con un nuevo clan de vampiros guerreros que intenta por todos los medios ocupar el trono del Rey Ciego.Qué miedo le tenía a esta historia. Cualquiera que haya seguido la saga conocerá lo duro que fue, tras conocer la maravillosa pareja que hacían Tohr y Wellsie, pensar que éste podría encontrar un nuevo amor de verdad. De hecho, a mí, y seguro que a más de uno, la idea me parecía irrealizable, una ofensa a su memoria, imposible. Bien sabemos que los vampiros de esta saga sienten un apego emocional infinito a sus parejas. Todo el sufrimiento que vimos tras su muerte y el estado en que se quedó Tohr no hacía presagiar que fuese posible una segunda oportunidad.Ward ha salido airosa de este GRAN desafío. Ha hecho un planteamiento soberbio y correcto. En medio del sufrimiento, primero surge el puro deseo carnal, la necesidad física y biológica contra la que se opone él con todas sus fuerzas para no traicionar a su amada. Pero no se puede resistir para siempre y, poco a poco, N'adie acaba entrando en su corazón. Ni por un momento, Tohr olvida a Wellsie ni la deja de amar. Siempre la tendrá en su corazón. No podría ser de otro modo. Es una historia muy triste con, incluso, sorpresas en el desenlace. Consiguió que se me saltasen las lágrimas en más de una ocasión y me despertó numerosos sentimientos.

Ante este panorama, N'adie sabe a lo que se atiene desde el primer momento. Es la gratitud por lo que hizo Tohr, siglos atrás, el sentimiento que la empuja a querer ayudarle a rescatar a su amada. Y ayudándole a él, al final se ayuda a sí misma, consiguiendo avanzar, dejar su propio dolor atrás y enfrentarse al futuro y a Xhex, su hija, que sufrió mucho por su culpa. Lo mismo que se va ganando al vampiro, nos va ganando a nosotros, los lectores. Como él, nunca olvidaremos a Wellsie, pero N'adie sabe ganarse un rincón en nuestro corazón. 

Pero no acaba aquí la historia, que en 700 páginas hay espacio para muchas más cosas. Una de ellas es la recuperación de una pareja ya formada en libros anteriores para ver a qué retos se enfrentan juntos en su relación y cómo los superan. Esto lo empezó a hacer en Amante Vengado (7º), donde se recupera a la primera pareja de la saga, Wrath y Beth. Luego, en Amante Mío (8º), vinieron Qhuinn y Blay, los protagonistas del siguiente libro, Amante al fin (11º), que aquí han tenido unas cuantas escenas importantes que abren boca para lo que vendrá. Y por último, en el anterior a éste, Amante Liberada (9º), reaparecen Vishous y Jane. En esta ocasión, los problemas surgen en el paraíso particular de John y Xhex, lo cual tiene sentido que se dé aquí porque ambos están relacionados de manera muy importante con Tohr y N'adie. La tensión que surge tiene su causa en las peleas contra enemigos bajo la cual subyace cierto machismo, pues ella quiere luchar, como habían acordado, pero a la hora de la verdad, a John no le parece nada bien. Aquí Ward vuelve a lucirse con un buen desarrollo del problema, que en un principio parecería fácil de arreglar pero luego no lo es tanto.

Aparte de los problemas de pareja entre John y Xhex, ambos tienen mucho peso aquí por la relación con Tohr y N'adie. Entre los dos vampiros hay una relación paterno-filial y el joven también debe pasar por su propia despedida de la única madre que había conocido, Wellsie. Además, también debe aceptar que Tohr pueda volver a amar. Sus problemas con Xhex y todas las reflexiones que hace sobre la posible pérdida de su amada le ayudan a entender a su padre adoptivo. Por otra parte, N'adie, como madre de Xhex a la que abandonó al nacer fruto de una violación, construyen poco a poco una relación materno-filial muy bonita. Me ha parecido preciosa la forma en que la autora cierra el círculo familiar entre todos, con sus fases de aceptación, perdón, comprensión...

En cuanto a temas menos amorosos y más de acción, tenemos un libro que es continuación directa del anterior. En ése, como aquí, los restrictores no tienen mucho peso más allá de que salen de debajo de las piedras sin fin, pero no pasan de ser pandilleros de poca monta. Desde el 8º, ni pinchan ni cortan en la trama. No sé qué estará pensando hacer Ward con ellos, pero preveo que algo gordo llegará antes o después. De todos modos, que tengan tan poco peso ya empieza a notarse. La acción la compensan los vampiros guerreros, la "Pandilla de Bastardos", que aparecieron en el 9º. La historia se está complejizando con temas más políticos, como es el intento de destronar al Rey Ciego, Wrath. Me tiene muy mosqueada que el 12º libro que debe salir se llame The King y el protagonista sea Xcor, líder de esta "Pandilla" ¿Conseguirá en Amante al fin alzarse con el trono? *Tensión, tensión, tensión*

Mención extra especial se la lleva Lassiter, el ángel. No sé qué peso acabará teniendo a la larga, o si siquiera lo tendrá, pero mientras se sabe algo más de él, sus apariciones con hamburguesas, tele basura y palomitas viendo películas son estelares. Por no hablar de cuando se pone serio... 

Una pega que le saco al libro, y que sólo es culpa de la traducción, es el horror que han hecho con el nombre de la protagonista. En el inglés original, N'adie era No'One y, bueno, aquí todavía tiene un pase. Sin embargo, cuando llega cierto punto el libro, ésta recibe otro nombre: Autumm. Y sí, en el libro la han llamado Otoño ¿puede quedar peor? ¿Tan difícil era poner una nota a pie de página con la traducción para quien no sepa NADA de inglés? ¿Qué sentido tiene cuando el resto de nombres son ingleses? En fin...

Poco más puedo añadir. Amante Renacido me ha parecido, por el reto tan difícil que tenía y lo bien que lo ha llevado, uno de los mejores libros de la saga. Quizás podría haber recortado algunas escenas para reducir extensión, pero es la única pega que le puedo sacar. Todos los temas que salen, todos los conflictos, están bien resueltos, haciendo reflexionar al propio lector sobre ellos y despertando multitud de sentimientos. Podría seguir escribiendo, me dejo cosas en el tintero pero no me quiero extender más. A pesar de los altibajos en la saga, con este magnífico libro en la mano, vuelvo a recomendar su lectura.

Amante Renacido, de J. R. Ward

Siguiente título de la saga (11º): Amante al fin

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