Me acostumbre al sabor amargo de los recuerdos.
Los silencios son cada día más grandes.
Tu ausencia pesa como una losa.
Tus labios son flores hermosas.
El influjo de tu mirada llena mis días.
Tu sonrisa ilumina mis momentos tristes.
No me quedan palabras para brindarte.
Vives en mi mente.
Vives en mis versos.
Quede prendado de la magia de tu boca.
Quede prendado de la luz de tu mirada.
Vives entre mis palabras.
Ajena a mis penas.
Ajena a los vaivenes de mi corazón.
Ajena a mis días sin ti.
No puedo alcanzarte.
No puedo abrazarte.