Revista Comunicación

Amazon y el consumo de contenidos

Publicado el 26 septiembre 2011 por Davidsoler @dsoler

La llegada de Amazon está agitando la blogosfera editorial. Todo el mundo anda preguntándose cuál será su impacto sobre el sector editorial en general y los puntos de venta en particular. Pero ¿es que hasta hoy no hubo nadie que les hiciera hablar sobre ello? Señales ha habido muchas. Podríamos hacer una larga lista de otras webs, aplicaciones y empresas que vienen afectando a la distribución de contenidos desde hace tiempo. Parece que ahora sí se acaba el mundo. Sí, vale, Amazon es más grande y más conocida, pero hace mucho tiempo que algo está cambiando.

Lo que está cambiando, y a marchas forzadas, es el consumidor (los editores pueden ponerle el nombre de lector). O, mejor dicho, cambian sus hábitos. Leer la prensa en Internet, bajarse un libro, compartir un documento en formato pdf con un amigo, son algunas de las cosas que hoy hacemos y que no hacíamos antes.

Y esto no ha hecho más que empezar. Los jóvenes, los futuros y también presentes lectores, viven con la tecnología formando parte de sus vidas. Hay que adaptarse a los gustos y hábitos del mercado. No al revés. Al igual que pasó con la música y está pasando con el cine, ahora se “consume” el tiempo de ocio en Internet y ahí hay que ir a buscar a los clientes perdidos. Porque si se hace lo contrario, o sea, como hizo la industria discográfica, y el sector lucha por mantener su statu-quo, conseguirá el desenlace ya conocido.

Pero es que además es una oportunidad

Internet abre un nuevo canal. La diferencia es que no funciona como los de siempre o, dicho de otro  modo, el consumidor no reacciona del mismo modo a como lo ha venido haciendo con otros canales. Ya no producimos y distribuimos un libro, un periódico o una revista a nuestro gusto y criterio. Gobernando qué y cómo lo vendemos. No. Internet ofrece un sinfín de posibilidades para modificar la forma de distribuir contenidos: capítulos del libro, test de tramas, conocer la opinión de nuestros lectores, generar boca-oído elevado a la enésima potencia, hacer revistas “a la carta”, acercar el autor al lector, etc. ¡Que sean los propios lectores los que configuren la publicación!

Con un poco de imaginación y un gran conocimiento del consumidor se pueden hacer grandes cosas.

Amazon no terminará con las librerías del mismo modo que Internet no lo hará con los editores. Al paso que vamos me temo que muchos se “suicidarán”. Porque consumo de contenidos habrá siempre y con Internet habrá más. Pero quizás muchos están poniendo su foco en el producto y no tienen en cuenta ni cómo distribuir el contenido ni como promocionarlo… o no del todo (dejo para otro día hablar del “error” de centrarse demasiado en el producto).

Un mercado global

Ahora el mercado es global. Ahora nuestro cliente puede estar en Francia, en México o en China. Esto implica un cambio cultural dentro de las empresas en lo que se refiere a la estrategia de la compañía en todas sus áreas. Quizás deberemos cambiar el “think global, act local” por el “think global, act global too”.

Con motivo de mi participación en el Encuentro Internacional de Marketing Editorial de Bogotá escribí un amplio artículo sobre el marketing 2.0 para el libro.

¡Que tengáis una feliz semana!

 


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