Uno de los tonos favoritos en esta época de otoño es ese
dorado tan cálido que denominamos ámbar. También conocido en algunos casos como
"tono whisky" o incluso "primo hermano" del mostaza, lo
considero especialmente favorecedor estos días por, como os decía, lo cálido
que resulta.
Os lo enseño hoy en un maquillaje, combinado además con una
falda en este color también.
1. El look.
La sombra protagonista de este look pertenece a la última
compra de sombras Kiko de la que os hablé hace poco. Esta en concreto es la 257
y la tenéis en todo el centro del párpado móvil.
Para matizarla, usé tonos mate de mi paleta de Catrice: un
toque de marrón medio en el pliegue y de chocolate en la zona más externa del
párpado móvil, para rasgar la mirada. El tono más claro de la paleta lo tenéis
bajo el arco de la ceja y en el lagrimal, para dar luz.
Delineé a ras de pestañas superiores y en la waterline con
negro, pero a ras de pestañas inferiores apliqué un verde oscuro que - opino
humildemente - le va muy bien al look y le da un aire diferente sin ser
demasiado llamativo.
Para el rostro usé tonos cálidos: el rubor es el Taos de
NARS y el labial es una barra de I ♥
Make Up, concretamente el tono Kiss to make up que os presenté aquí.
En definitiva, es un look con el que me siento muy a gusto
por su calidez.
Os dejo aquí los productos usados:
2. El outfit.
La falda que veis es del año pasado, de Stradivarius, y a verdad es que le he
dado poco uso para lo mucho que me gusta, así que me he propuesto aprovecharla
más. Aquí la tengo combinada con un top marrón chocolate y mis zapatos
"re-encontrados".
Complementos en color oro viejo (bisutería), mi bolso
berenjena de Carpisa y mi chaqueta también de Stradivarius hicieron el resto.
¿Os gustan los tonos ámbar, whisky, mostaza?
¡BESOS!