Lo primero que tenemos que tener claro es cómo es nuestra ambientación, cómo es, qué tiene de especial sobre otras que hay en nuestra biblioteca, o en el mercado, y si el tipo de historias que queremos contar podemos contarlas en otros juegos. Si es así, el trabajo ya está hecho, pero si no lo es, y si nos hemos metido en este berenjenal es que no lo es, es conveniente apuntar las cosas importantes que tiene la ambientación, sus necesidades.Una vez que tenemos un borrador de las necesidades básicas de nuestra ambientación buscamos el sistema que nos permita, con mayor o menor esfuerzo, convertir todo lo que hemos apuntado en preciosas reglas. Ya os aviso, si sois novatos en esto, que no todos los sistemas funcionan igual en todas las ambientación (sí, Cthulhu D20, te estoy mirando a ti), y si alguien te dice que su sistema sirve para hacer cualquier cosa sin esfuerzo te está mintiendo, así que partiremos de la base de que todos los sistemas genéricos mienten y ya nos ahorramos disgustos. Es importante no dejarse llevar por las modas. ¿Cuántos juegos salieron en la explosión del D20? Cientos, ¡miles! Y cada cual era más innovador que el anterior y metía su propia implementación de reglas para, por un lado, cambiar y ¿mejorar? lo que a sus creadores no les gustaba del D20 y luego, además, metían nuevas reglas porque su ambientación lo necesitaba. Y así pueblan las estanterías los Cthulhu D20 (¡el horror, el horror!), Testament (el antiguo testamento, o el nuevo, no sé, con Dotes, Clases y todo lo necesario para llevar las magníficas aventuras bíblicas a tu mesa de juego. Deleznable), y un sinfín más de morralla que no hizo ningún bien por el D20. Hoy toca la moda del FATE, los aspectos y la narración compartida. Dresden Files, Legends of Anglerre, Spirit of the Century, ¡Atomic Robo! Y el Mindjammer, que muchos suspiros y ¡oooooh! cuando se anunció pero luego no se ha vuelto a oír nada de él, o los Powered by the Apocalypse, que hay más de cien de ellos. En fin, pues eso, que aunque haya un sistema que despunte recuerda que, en la mayoría de los casos, ha sido la ambientación la que se ha puesto al servicio del sistema y eso, como hemos dicho, no es lo que queremos. Nosotros tenemos nuestra ambientación y es el sistema el que se tiene que poner a nuestro servicio y darnos esa personalidad que tanto pide el trasfondo que hemos creado. Quizás haya que hacer alguna regla nueva que nuestra ambientación necesita, pero si te ves muy agobiado o tienes dudas sobre un sistema en concreto, ¡descartalo! El mercado está lleno de sistemas libres. Te tocará hincar codos, sí, pero al final encontrarás uno a tu medida.Una vez que tenemos el sistema, a escribir, escribir y escribir. En poco tiempo tendremos un buen borrador para poder llevar a la mesa y escuchar las críticas de nuestros jugadores.Tampoco creo que haga falta que lo diga, pero así es cómo trabajo cuando quiero llevar una ambientación a la mesa de juego. Cuando quise dirigir una campaña vikinga, que es algo que ha faltado siempre en mis mesas de juego, mi primera idea fue una ambientación que encajase con La Puerta de Ishtar y, si llegaba el caso, mezclar vikingos con cimmerios o enfrentar a un berserker con un wardu. Sin embargo el sistema no llegó a convencerme para el tipo de partidas que quería dirigir. Contemplé la posibilidad de usar Aquelarre con algunas modificaciones, pero tampoco me convenció. Al final opté por comprar RuneQuest 6, que encaja perfectamente con lo que quiero hacer.Otro ejemplo, siguiendo con RuneQuest 6, es que quise usarlo para llevar la novela de Las Furias de Alera a la mesa. Sin embargo, leyendo la Guía Básica de Hitos ví una ambientación que, quitando las razas fantásticas y añadiendo unas pocas cosas sobre las furias, está hecha. Y me gusta más como queda, la verdad, pues es menos simulacionista y más narrativa que si lo hiciese con RuneQuest 6.Como veis si, como yo, sois de los que no os importa leer sistemas, conocer mecánicas nuevas y, en definitiva, aprender cómo se puede hacer una cosa de múltiples maneras, no tendréis problemas en encontrar un sistema para vuestra ambientación. Si, por el contrario, sois de los que os gusta un sistema y todo tiene que girar en torno a él, en mi opinión, estáis desperdiciando una oportunidad muy buena para conocer más el rol y hacer mejores esas ambientaciones que tenéis en un cuaderno apuntadas pero que no sabéis como darles salida.¡Nos leemos!
