Revista Cine

Ambulante 2012/IV

Publicado el 13 febrero 2012 por Diezmartinez
Ambulante 2012/IV
En 1977, cuando se estrenó urbi et orbi La Guerra de las Galaxias -me niego a llamarla Episodio IV- yo tenía once años de edad. Así que debo estar dañado -"¡ajá!", dirá usted, "eso ya lo sabía"- porque cuando me acuerdo del cine que más me apasionó en los años 70, tiempo de mi infancia y adolescencia, no está en mi memoria la trilogía Star Wars. De hecho, las películas que me marcaron en esos años, de mediados a fines de los 70, fueron otras, saber: Tiburón (Spielberg, 1975), Carrie: Extraño Presentimiento (De Palma, 1976) Encuentro Cercanos del Tercer Tipo (Spielberg, 1977), Alien el Octavo Pasajero (1979) e, incluso, Kramer vs. Kramer (Benton, 1979). Por supuesto, no quiero decir que no vi la trilogía original: claro que la vi, me gustó y toda la cosa. Pero, vaya, no le tengo un especial cariño. Tampoco soy un detractor de ella ni nada que se le parezca. Simple y llanamente, para mí, siempre fue otra película más. Por supuesto, nada más lejano a lo que acabo de escribir se ve en el repetitivo documental La Gente vs. George Lucas (The People vs. George Lucas, EU-GB, 2010), en la que decenas de fans, escritores de ciencia ficción, cineastas, críticos y demás fauna, repiten una y otra vez que no, que La Guerra de las Galaxias -o Episodio IV, como le llaman ellos en el filme- no es una película más. Que Star Wars provocó cambios positivos en el mundo, que Lucas es comparable a Shakespeare u Homero (y no, no Simpson) y que, por lo mismo, por haber creado un universo tan importante, tan trascendente, tan importante para la cultura universal, Lucas no tiene derecho -lástima: ya lo hizo- a cambiar una y otra vez las versiones originales de Star Wars. Que quién se cree, que es un hojalatero, que... que... ¡que Han Solo disparó primero, carajo!Dirigido por Alexandre O. Philippe y Michael Ramova, La Gente vs. George Lucas empieza de manera muy divertida, con una animación en la que nos muestra cómo, al inicio, Lucas fue criando/creando un grupo de fieles seguidores que, después de la trilogía original, lo convirtieron en el Rey -¿Rey?: ¡Dios!- de Hollywood. Sin embargo, como se ve en esa misma animación, bastó que Lucas volviera a las cintas originales y les hiciera los cambios que todos conocemos -que si Jabba the Hut, que si la escena del bar, que... que... ¡que Han Solo disparó primero, chingado!- para que, de repente, el mismo Lucas se convirtiera en el enemigo público número uno de sus antiguos seguidores. De hecho, después de esta animación y la secuencia de créditos, vemos un fragmento antológico en el que Jon Stewart le reclama a un George Lucas enmudecido, alguna inconsistencia de las muchas que plagan a la saga completa. Hilarante ver a Stewart elevar su chillona voz mientras Lucas medio sonríe no sabiéndo qué hacer ante el ataque de un furioso fan.Lástima que el resto del filme no tenga tanta gracia y no sea más que un desfile interminable de cabezas parlantes que no dicen nada de interés -y a ellas sumo gente respetable como el escritor Neil Gaiman o el crítico de cine Glenn Kenny-, a no ser que Lucas fue un genio y luego un desvergonzado explotador de ese legado que no es de él sino de todos esos fans que aparecen, en pantalla, vestidos de no-sé-qué personaje, filmando parodias/homenajes de escenas claves de Star Wars y encabronándose muy en serio porque... porque... ¡Han Solo disparó primero! Se...
La Gente vs. George Lucas se exhibe hoy en Cinépolis Plaza Carso a las 19 horas.

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