La individua que la deseó que la violaran en grupo no se lo deseó por machismo. Fue por una cuestión ideológica: la individua en cuestión es nacionalista catalana, según parece de la CUP, e Inés Arrimadas se ha distinguido precisamente por sus críticas ideológicas a dicha tendencia política, tanto dentro como fuera del Parlamento catalán. Dolça Catalunya, por ejemplo, sí lo ve claro.
No estoy de acuerdo con que la reacción haya sido desproporcionada. Creo que todos estamos hartos de personas que usan el anonimato para insultar y vejar gravemente a personas a las que, en muchos casos, ni conocen. Exactamente igual que soy de la opinión que si cometes un crimen (grave, no robar unas chuches en la tienda de la esquina), todos debemos saber quién eres, quien se atreve no ya a decir determinadas barbaridades, si no a escribirlas en un perfil abierto, debe hacer frente a lo que ha sido capaz de decir. Mucho más en este caso, que estaba deseando que cometieran un delito contra alguien que, además de ser mujer, resulta que NO es de la misma tendencia política de la susodicha.
Por el momento, la han despedido de la empresa en la que trabajaba y no ha realizado ninguna declaración. A ver si vamos consiguiendo que la gente tenga un poco más de cabeza y de tolerancia de las ideas (que no de la violencia) ajenas.