América Latina: otra vez en el tablero

Después de 15 años en el abandono de la atención de EE.UU. y la U.E. América Latina vuelve a estar en el tablero estratégico de las potencias económicas y militares del planeta. Después de 10 años de crecimiento económico a pesar de las crisis económicas y de 15 años de ausencia de golpes de estado, ahora nos vuelven a prestar atención.

los motivos están claros, Chávez y Brasil: el primero porque se autodeclarado enemigo de EE.UU. y se ha asociado con todos los que se alinean en torno a sus enemigos, Irán y Rusia, además de estar financiando cambios en el poder establecido en todo el continente. El segundo es más estratégico y de largo plazo, pues Brasil está jugando a incluirse en las grandes ligas globales. Su actuación como eje de América del sur, su asociación con el grupo BRIC (Brasil, Rusia, India y China) que insisten en pedir cambios en el orden económico global, su insistencia en ser miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, su reciente préstamo de 10.000 millones de dólares al FMI para enfrentar la crisis. Todas estas acciones, más otras menos publicitadas pero igual de estratégicas, hacen de Brasil un país al que se debe contemplar como aliado o posible enemigo, en cualquier caso, un país al que se debe vigilar, lo podría explicar el interés de EE.UU. en aumentar su presencia en Colombia justo ahora que las FARC están más débiles.

Estas situaciones hacen que EE.UU. vuelva a prestar atención a la región, pero no sólo él, también la Unión europea se ha interesado más en América Latina desde que los gobiernos de la órbita chavista han afectado sus intereses económicos y desde que muchos de sus jóvenes de izquierda viajan a Venezuela o Bolivia para conocer las nuevas formas de la revolución.

Este nuevo interés de las potencias económicas por la región debe ser tomado con precaución por los gobiernos de América Latina, pues cada vez que ellos se interesan el continente se vuelve más convulso y los militares suelen salir de sus cuarteles. La cooperación tampoco es una tabla de salvación para nadie, sabido es los efectos negativos que provocaron en India y África las "donaciones" de granos de EE.UU. y U.K. , que afectan fuertemente el mercado local generando mayor desabastecimiento por la baja de los precios. Otro tanto ocurre con las economías pequeñas al inyectar grandes cantidades de dólares no productivos, que vuelven poco competitivos los productos locales frente a los externos (que casi siempre provienen de esos mismos países).

Hemos sabido avanzar sin intervenciones externas, ojalá tengamos el coraje de seguir haciéndolo.