La gran estafa americana es, posiblemente, el mejor título para esta película. Dudo que lo hayan hecho conscientemente, dado que en España la traducción de los títulos suele ser para estudio de cómo no se debe hacer, pero sí, en este caso el último film de David O. Rusell, es una gran estafa de Hollywood.
El inicio es muy significativo de lo que nos deparará el resto del metraje: artificio. Desde el minuto uno soy consciente de que esta secuencia marca el tono de la película, y aunque dudo que fuese la intención, también describe la película en sí misma. La historia da para crear un ambiente cómico, que lo consigue, pero falla en los momentos dramáticos, que existen aunque hayan quedado maquillados por lo absurdo.
American Hustle tiene una dirección de arte brillante, que viste sin duda una historia que no da mucho de sí, aunque a priori parezca interesante. Quizá sea por ese final desinflado, que resta mérito si lo tiene al resto de los dos actos anteriores. No sé cuánto tendrá de mérito David O. Rusell en el guión, pero la impresión es que está firmado por un alumno de Robert McKee: demasiado obvio el vaivén de emociones en la mayoría de secuencias. Utilízalo, pero no constantemente, lo hace previsible, restando interés en los conflictos.
Llevo un tiempo leyendo que Christian Bale hace su mejor actuación y no podría estar más en desacuerdo, y a pesar de ello es sin duda alguna el único ACTOR de la película. Es difícil con el doblaje Español reírse en vez de llorar, sobretodo si le ponen la voz de Brad Pitt, pero se sobrepone, con creces, al conjunto de sus compañeros. Lo que no es complicado es saber que estamos ante el mejor actor de su generación, aunque Mathew McConaughey se haya empeñado en plantarle cara (y de qué manera).
El resto del reparto, aunque haya sido escogido como el mejor de 2013 por la academia de Hollywood, es absurdamente bochornoso, salvándose Amy Adams, en un papel que ha sabido explotar sin explotar. Bradley Cooper parece sólo rendir si lo dirige Derek Cianfrance, porque no hay momento en el que no roce la sobreactuación de un primerizo en la cámara. La niña de la academia, Jennifer Lawrence, debe estar todavía sin saber por qué la han nominado tanto por tan poco, y a Jeremy Renner hay que agradecerle que tenga tan poco protagonismo.
Me niego en rotundo a dedicarle más que esta línea a Robert de Niro...
Una cosa sí valoro positivamente, y es el atrevimiento en la narración. Este lenguaje, aunque no me gusta para esta película, intenta ser una inspiración o aspiración de Arizona Baby que puso de moda Barry Sonnenfeld (obviamente sólo estoy hablando del lenguaje cinematográfico, apuesta entre el director y su mano derecha, el director de fotografía, ni si quiera hablo del tono).
Tiene momentos puntuales en los que es inevitable reírse, y a pesar de que no repetiría, ha compensado ir al cine a verla y no esperar al VOD. En un mes serán los Oscar y por aquel entonces, cuando no gane más de 2 premios (el de Lawrence está ya firmado), pondrá las expectativas en su sitio.
♫ Live to Live - Chris Stills - American Hustle OST