Americana Film Fest 2021: “Palm Springs” de Max Barbakow

The Lonely Island es ya un referente dentro del cine cómico americano y pese a que en películas como Palm Springs el presupuesto diste mucho de lo que debería ser una película independiente sigue manteniendo el espíritu fresco con el que se inició la formación formada por Andy Samberg, Akiva Schaffer y Jorma Taconne, aquí productores. Y es que estamos hablando de un trio cómico que inició su carrera realizando raps paródicos con estrellas a la altura de Justin Timberlake o Natalie Portman hasta convertirse en uno de los sellos de humor más importantes de Estados Unidos. Su última aparición en el Americana fue a través de la aclamada Brigsby Bear pero es Palm Springs con la que están recibiendo un unánime éxito internacional.

La producción de Hulu reinventa el uso de un recurso tan reiterado que pocos consiguen realmente darle un giro de 180 grados. Hablamos como no de los bucles temporales que Atrapado en el tiempo puso sobre la mesa y que desde entonces no ha dejado de utilizarse con varios fines no siempre humorísticos. Palm Springs consigue darle un giro de tuerca adornando este recurso con unas condiciones concretas muy atractivas. En primer lugar es un bucle en el que se repite una boda, gran acontecimiento pero que todos sabemos que repitiéndose a diario puede convertirse en horriblemente tedioso. En segundo lugar el bucle temporal afecta solo primero a Nyles, el protagonista de film, ya que después de cruzar por una misteriosa cueva se ha visto atrapado para siempre en él. Finalmente, por culpa de Nyles dos personas se han visto afectadas también por el bucle. Roy, un hombre de familia que pagará toda su frustración torturándolo a diario y Sarah, cuya hermana es quien se casa.

Palm Springs hibrida romance y humor con elegancia a través de las múltiples situaciones cómicas protagonizadas por un excelente Andy Samberg en el papel de un Nyles que poco a poco se irá enamorando de Sarah. El resultado final es al que ya nos tiene acostumbrados The Lonely Island, una cinta que no solo te hace pasarlo en grande sino que acaba conmoviéndote, incluso valiéndose de un recurso tan redundante como es el de los bucles temporales.