Revista Solidaridad

Amigo, ¿ya murió mi niño?

Por Iñaki Iñaki Alegria @InyakiAlegria

Amigo, ¿ya murió mi niño?

Amigo, ¿ya murió mi niño?

“Amigo, vamos ya.”

Es la voz medio moribunda de Nimona, una joven de 18 años embarazada y con contracciones de parto dentro de la ambulancia camino al hospital, mientras me sujeta la mano con la poca fuerza que le queda mientras deja ir al aire:

“Amigo, vamos ya.”

El sonido del camino es el vaivén de la ambulancia subiendo y bajando los baches del camino sin asfaltar. Sonido que se acompaña de gemidos de sufrimiento de Nimona, nuestra mujer encinta.

“Amigo, ¿ya murió mi niño?”

Susurra con miedo. Deseando que el niño que lleva dentro siga vivo. Le preceden dos embarazos con dos dolorosos partos a los que sobrevivió, ella, más el niño nació muerto en los dos embarazos previo. Estamos ante el tercer embarazo. Una madre sin ningún hijo que espera ansiosa.

“Amigo, ¿sigue vivo mi niño?”

Susurra… Al tacto vaginal, vómitos de aguas meconiales. Mal pronóstico. Signo de sufrimiento fetal. Algo va mal allí dentro. El niño debe salir de inmediato… pues prolongar el sufrimiento será una muerte asegurada. Es preciso y de urgencia vital para el niño realizar una cesárea urgente. Inmediata.

La única posibilidad de salvación del niño pasa por realizar una cesárea urgente en nuestro centro, con nuestros limitados recursos y rezar… rezar…

“Amigo, llévame ya.”

De nuevo los mismos baches. De nuevo el vaivén. De nuevo el dolor. De nuevo los quejidos… “Amigo, voy a morir de dolor.”

Llegamos. Bajamos la camilla del hospital. Con dificultad conseguimos el cambio de camilla. Nimona se mueve ya con mucha dificultad y dolor. Entramos en quirófano. Cesárea.

La intervención se hace eterna. Cada segundo se prolonga cómo si de horas se tratase. Cada segundo que pasa se acorta la vida del niño que sigue dentro.

Bienvenido a la vida!!

Empieza a contar la nueva vida.
Pero no llora. No respira. Late?
Empieza el minuto de oro.
Aquí se demuestra la formación de la comadrona en las maniobras de reanimación neonatal.

Ninguna madre debe morir al dar vida

Ayúdanos a conseguirlo mediante la formación, sensibilización y empoderamiento del personal local en las zonas rurales del sur de Etiopía

https://www.migranodearena.org/reto/18135/ensenando-a-ayudar-a-los-bebes-a-respirar

Enseñando a ayudar a los bebés a respirar

Parece un milagro, sin embargo no lo es, es el conocimiento.

Una comadrona bien formada acaba de poner en práctica lo aprendido en el curso de reanimación neonatal, “Helping Babies Breathe”.

No es un milagro, es la importancia de la formación.

Para que todas las madres pueedan disfrutar de la magia del Primer beso


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