Siempre pensé que lo de los amigos imaginarios era una quimera inventada por Hollywood para hacer películas mucho más “emocionales” tanto para pequeños y grandes. Y un buen día, de buenas a primeras, mi sobrina mayor-esa pequeña que hoy tiene ya 18 añazos- llegó del colegio a pedirle a mi madre, su Yaya, que pusiera un hueco más en la mesa para Pánfila.
Pánfila era una niña roja con puntos naranjas y acompañaba a mi sobrina a todas partes. De lo que más recuerdo era que tenía que tener un sitio para comer junto a ella. Mi sobrina, nada tonta, apartaba en otro platito para su amiga imaginaria lo menos apetecible del menú.
También recuerdo un día que fuimos mi hermana y yo de compras con la niña y cuando aventábamos la ropa al suelo en plan ¡date prisa que mi papá está por decir que ya está harto y nos vamos! mi sobrina se puso a llorar como loca porque Pánfila estaba hasta abajo y estaba ahogándose con tanta ropa encima. ¡Nos reímos como nunca!
Un día, mi sobrina llegó muy seria diciendo que Pánfila había muerto. Nos quedamos de piedra. Nos miro y nos dijo ¡tranquilos porque ahora está Pancracia! Y unos meses más vivimos las delicias de Pancracia y sus aventuras.
Es difícil con tres o cuatro años inventarse a unos seres pero más que eso es difícil ¡bautizarlos con esos nombres! ¿De dónde los había sacado?
Pues para mi sorpresa Critter heredó a su prima. Los miércoles- solamente ese día- tenemos como invitada a Jaaarmen (se pronuncian las tres a y la J es muy áspera). ¡No, no es Carmen listos que yo también le pregunté si Carmen se había resfriado y por eso era Jaaarmen…pero no, Jaaarmen es una “amiga-ángel” que viene de Hawai!
¿De Hawai? ¡Esa misma cara puse yo! Pero vamos que a mi bestia le va el calorcito, el slow life y la gente rollera y amigable.
No es de extrañar que Jaaarmen tenga un caballo. No es un unicornio porque de esos no hay en Hawai. Pero es azul, así que o está muy asfixiado o de esos tampoco se encuentran en Lionville.
Jaaarmen viene a comer los miércoles y lo divertido es que ese día hace cacotas en mi baño. No me pregunten pero me imagino que tampoco hay baños en Hawai. Jaaarmen se pone contenta de que yo la limpie (Critter me avisa cuando termina) y tiene la cualidad de que sus cacotas huelen igual que las mías. ¡Ya saben! Olor “HAWAI” con extractos de rosa exótica.
Jaaarmen tiene una cualidad, bueno ademas de ser invisible y venir de Hawai a Lionville en un plis plas, y de oler fenomenal…es un ángel.
-¡Si mamá todos tenemos ángeles! ¡El tuyo se llama Tambor!
Así que como se imaginarán ahora el regreso del colegio mientras conduzco me la paso bomba preguntándole sobre los nombres de los ángeles de la gente. ¡Y no vean lo cotilla que son los ángeles! Critter sabe todo ¡de todos!
Todo estaba muy divertido hasta que me contó que ella antes de elegirme a mi para ser su madre y venir a mi tripita vivía en el cielo.
-Allá vivimos todos mamá y elegimos. Yo te elegí a ti. Te vi necesitada. Y decidí venir.
-¿Necesitada de qué? Le dije seriamente.
Critter giró la cabeza y miró contemplativamente por la ventana:
-¡De chocolate mamá! ¡Necesitada de chocolate!
Si parece que yo la parí y me conociese de toda la vida pero creo que a ésta niña ¡le he puesto demasiado ámbar!
De todas todas ¿¡qué puedo decir yo al respecto!? que tengo amigos virtuales ¡que ni siquiera conozco y con nombres inventados y avatares! Me quedo tranquila que al menos ya se que mi ángel existe y se llama Tambor…