‘Velvetina’ es uno de los peores “experimentos” electrónicos a que he tenido que enfrentarme. Después de los pelotazos comerciales de ‘Papito’ y ‘Papitwo’, el nuevo disco electrónico de estudio de Miguel Bosé daba verdadero terror. Sin embargo, el hombre ha salvado los muebles apareciendo entre los álbumes más vendidos en España en 2014, despachando casi tantas unidades como Vetusta Morla, lo que se debe, aparte de a la fidelidad de su público, a que este disco no está tan mal como podría pensarse.
Es decir, si eres incapaz de soportar la voz de Miguel Bosé y sus complicados tics, si nunca supiste entender que, en cuanto a producción, ‘Un pokito de rocanrol‘ de Bebe es uno de los discos más ambiciosos del mainstream español; no tienes nada que hacer. Odiarás este disco como uno de Bisbal o uno de David Bustamante.
Pero no es lo mismo. La segunda mitad de ‘Amo’ sí está algo afeada. Y no por la gratuita canción en inglés ‘I Miss Your Face’, cuyo estribillo presenta algún destello, sino porque ‘Los amores divididos’, ya de por sí algo mediocre y larga, está rodeada de un efecto tan pasado de moda como la lluvia. Un truco manido que además se repite líricamente después en ‘Un nuevo día’. Igualmente, la mezcla de acústicas y electrónica en ‘Respirar’ parece un poco serie B, como el final barroquísimo de ‘Domingo’.
Sin embargo, en esta misma pista, en algún momento antes de la explosión, encontrábamos una sutil producción casi cercana a iamamiwhoami y ‘Drive’ que nos recuerda que la primera mitad de este disco se quedaba a las puertas de molar en serio. Andrew Frampton (David Guetta, Gary Barlow, Hurts) es el responsable del recuerdo a OMD de la reivindicativa ‘Sí se puede’, en la que se critica a los políticos de manera considerablemente agresiva (“y apuntan al ciego al blanco del ojo y niegan la silla al enfermo y al cojo”, “mandas el mundo entero a la mierda”, “te cagas en todo”); de que ‘Encanto’, que parecía otra de esas canciones de Bosé que llegan cinco años tarde a la vanguardia, termine funcionando gracias a lo bien integrada que está su coda final; o de que ‘Libre ya de amores’ sea un himno modernizado de autoafirmación cerca de ‘Digan lo que digan’ de Raphael y de ‘Un hombre solo’ de Julio Iglesias.
También destacables son el corte titular, cercano al house de los Fangoria de ‘En otro mundo’; el crescendo del punteo de guitarra de ‘Sólo sí’, entre U2 y Coldplay; o ‘Tú, mi salvación’, que escrita por su pianista Fernando Ortí, se inspira en las composiciones clásicas de Armando Manzanero. En definitiva, los intentos por sonar moderno de Miguel Bosé están a veces mejor y a veces peor conseguidos, pero lo bueno es que en ocasiones, hay un fondo versionable por los mejores artistas histriónicos de nuestro país.
- Calificación: 7,5 / 10
- Canciones Destacadas: ‘Libre ya de amores’, ‘Sólo sí’, ‘Tú mi salvación’, ‘Amo’
- Te gustará si te gusta: Los últimos Fangoria, OBK, Raphael, Bunbury