Ilustración Andreas Karayan.-Delmira Agustini-Yo lo soñé impetuoso, formidable y ardiente,hablaba el impreciso lenguaje del torrente;era un mar desbordado de locura y de fuego,rodando por la vida como un eterno riego.Luego lo soñe triste, como un gran sol ponienteque dobla ante la noche la cabeza de fuego;después rió, y en su boca tan tierna como un ruegosonaba sus critales el alma de la fuente.Y hoy sueño que es vibrante, y suave, y riente, y triste,que todas las tinieblas y todo el iris viste;que, frágil como un ídolo y eterno como Dios,sobre la vida toda su magestad levanta:y el beso cae ardiendo a perfumar su plantaen una flor de fuego deshojada por dos...