De una u otra manera, a lo largo de mi vida he vivido una diversidad de amores, correspondidos o no, de platónicos a reales, apasionados y tortuosos y cándidos y pacíficos, valorándome y también desvalorandome.
Mis amores me han generado taquicardias, llantos y felicidades. Pero ¿uno solo es el amor de vida? Mi vida tiene tantos matices, que elegir uno me es imposible ¿esta mal?
A veces, me rondan los "fantasmas" de amores pasados. Estos pueden sacarme una sonrisa con un recuerdo, o una lágrima con el recuerdo de algún dolor. Es mi pasado, gracias a ellos soy quien soy ahora. Mis situaciones pasadas conviven en mi, me forman. Son situaciones nostálgicas breves, que me muestran parte del camino recorrido que me trae a este AHORA. Este inigualable e inesperado ahora de mama de cachorro.
¿Es válido preguntarse a quien se amó más? Creo que no. A mí al menos no me sirve. Cada amor fue único y me dejo algo, un aprendizaje. Valoro el tiempo que comparti con cada uno de esos especiales compañeros de la vida.
Se que algunas veces ocurre que nos quedan cosas por decir. A veces quedan recuerdos intensos de las "buenas épocas". No soy quien guste de negar lo vivido y tampoco quien viva mirando el pasado. Todo aporta a mi ahora y lo agradezco.
¿Qué si me he encontrado con mis ex? Si, algunas veces me los cruce y me alegro saberlos bien. Y espero que ellos se hayan alegrado por mi. Si el encuentro fue inesperado, trae una sacudida de recuerdos...
En cualquier momento de mi vida supe, quienquiera que fuera mi amor de esa etapa, que ni yo fui de ellos ni ellos fueron mios. Sin embargo, muchas veces la entrega fue tanta que pareció serlo. Una de las cosas que mas di y valore en mis amores fue la libertad. Ahora, con mi cachorro, se que mi amor hacia él será infinito y total. Y también entiendo que él no es mio, pero que ahora y por primera vez yo si soy de él y estaré para él. ¿Es el amor de mi vida? No lo sé, este es otro tipo de amor.
Pero con todo esto, uno se vuelve un yo de muchas capas.
Es importante llevarse bien con lo pasado, porque creo que es estar bien con uno mismo en este presente.
Todos los amores fueron amores, pero no todos fueron "el amor de mi vida". Ahora se me vienen a la mente varios que no... y también algunos que si. A todos ellos, gracias por ayudarme a aprender. Y sepan que mi yo de esa época los recuerda con afecto. Y desde hace casi tres años, gracias a mi amor y compañero de esta etapa, con quien juntos somos de alguien más que vive debido a nosotros. Gran responsabilidad, que cuidamos con amor y respeto. ¿Es el amor de mi vida? Ahora creo que mi vida esta llena de amor.
Ojalá podamos tener el coraje de estar solos y la valentía de arriesgarnos a estar juntos, porque de nada sirve un diente fuera de la boca, ni un dedo fuera de la mano.
Eduardo Galeano
Esta es una verdadera historia de amor entre una serbía (Marina Abramovic) y un alemán (Ulay). Una pareja de artistas que se conocieron allá por el 76´ en Ámsterdam.Fuente: The Restauration Blog
Fue un amor a primera vista y juntos se potenciaron creativamente dedicándose en cuerpo y alma a hacer performances poniendo el foco en la conceptualización de lo humano.
Luego de vivir varios años juntos vieron que la relación llegaba a su fin y de común acuerdo hicieron la última performance titulada “Los amantes”. La idea era que Marina y Ulay empezaban a caminar por separado los dos extremos de la Gran Muralla China para luego encontrarse, abrazarse y despedirse para siempre. Una idea, tenemos que reconocer realmente INCREÍBLE para terminar con una relación.
Luego se separaron por 23 años, hasta que un día Marina realiza en el Moma su performance “El artista está presente” que básicamente consiste en mirar durante 1 minuto y en silencio a todos los que se sentaban frente a ella… hasta que de pronto el que se sienta es el mismo Ulay. Sí, 23 años después, sin saberlo, el gran amor de su vida la mira fijamente durante 60 segundos.
¿El resultado? Mírenlo con vuestros propios ojos…