Revista Diario
El domingo pasado creo que ví Amor, con mayúsculas, en toda su esencia. Estaba en el parque con mi hija y, muy cerca, tenía una pareja mayor, muy mayor. Ella iba en silla de ruedas, estaba durmiendo, con la cabeza hacia atrás, y se la veía muy delicada. Él la acariciaba, en la mano, en la cara, en el cuello... de vez en cuando le pasaba el brazo por detrás del cuello, en un impulso de abrazarla, pero conteniéndose, para no despertarla.
Le hablaba bajito, le cantaba... de vez en cuando lloraba... supongo que no debe soportar la idea de poder perderla, supongo que llevarán juntos más de media vida, supongo que nota que se le va el amor de su vida... qué hará sin ella?
Yo no podía dejar de mirar. Era tan bonito y a la vez tan triste... nunca había visto el amor tan claramente, tan puro.
Le hablaba bajito, le cantaba... de vez en cuando lloraba... supongo que no debe soportar la idea de poder perderla, supongo que llevarán juntos más de media vida, supongo que nota que se le va el amor de su vida... qué hará sin ella?
Yo no podía dejar de mirar. Era tan bonito y a la vez tan triste... nunca había visto el amor tan claramente, tan puro.