Cuando se perdona una falta, el amor florece, pero mantenerla presente separa a los amigos íntimos Proverbios 17:9
La amistad verdadera está dentro de los tesoros más raros y más valiosos en este mundo, pero si contamos con una, debemos ser cuidadosos y celosos para no perderla.
Para disfrutar de la compañía, del calor humano, y de todos los beneficios que aporta una amistad verdadera debemos cultivarla con cuidado cual jardín. No soy jardinero pero reconozco dos actividades fundamentales para tener un jardín floreciente.
La primera actividad está relacionada con quitar, en un jardín se necesita quitar piedras del terreno, quitar la maleza, y podar, si queremos tener una amistad floreciente debemos ser intencionales en quitar todo aquello que impida la belleza de la relación y que pueda quebrantarla. No somos perfectos, por eso ninguna relación es perfecta, hay faltas, nos herimos, nos enojamos, sentimos rencor, nos defraudamos, etc; pero debemos quitar la maleza para que el amor florezca, y la manera para hacerlo es perdonando, reconociendo las faltas y pidiendo perdón. La amistad es más valiosa que el orgullo.
La segunda actividad está relacionada con poner; es decir cultivar flores, árboles, plantas, arbustos. Un buen paisajista imagina los colores que su jardín tendrá durante todo el año. De la misma manera debemos ser intencionales para sembrar y cuidar el amor para que florezca; una buena norma para que esto suceda es practicar la regla de oro: tratar a los demás como queremos que los demás nos traten a nosotros.Qué el amor de una hermosa amistad florezca hoy en tu corazón.