Revista Coaching
No importa cómo sean ni lo que hagan, tu misión y la mía es amarles. Da igual que no les conozcas o que no tengas sintonía con ellos, incluso que el respeto por ti te impida convivir o tratar en el plano físico con ellos, tampoco que sus actos sean declarados deplorables; en lo más profundo de ti debe reinar la comprensión y el amor hacia seres que, aunque te parezca imposible creerlo desde la dualidad, no sólo son como tu y como yo en esencia, sino que son tú y yo.