Amor Romeira, concursante de Gran Hermano, salta nuevamente al papel couché por sus declraciones en las que afirma que, además de haberse convertido definitivamente en mujer, ha mantenido relaciones secuelas con doscientos setenta hombres en seis meses. La precisión exhibida por la “trans”, según confiesa ella misma, es por su costumbre de anotar en una libretita los contactos mantenidos, no sé si con nombre y apellidos más nota alcanzada en el coito, o algún otro tipo de referencia. El promedio es de más de un hombre al día, lo cual no es poco para quien no sea profesional del sexo, aunque se haya confesado adicta la interesada. Una de sus perlas fue la de sostener relaciones con dos hombres a la vez, dado que vivía en un dúplex y mantenía a un hombre en la planta superior, mientras disfrutaba con otro en la de abajo. En fin, qué se le va a hacer, que sea enhorabuena y que disfrute el sexo con algo más de moderación, no sea que corra riesgo de avería la intervención realizada para ofrecerle el género que le negó la naturaleza