Ya estaba llegando, revisé el teléfono aprovechando la señal en la estación Finchley y abrí un E-mail, esos que llegan en cadena y que son una invitación a borrarlos a la mierda antes de leer siquiera la primer frase. Pero al leer la palabra "Perro" decidí ver de que se trataba -no era para nada largo- estaba en español y rescaté lo mas importante que decía: "Sé la persona que tu perro crea que eres".
Automáticamente pensé en mi perro, Norton, que ya muchos de ustedes conocen. A lo largo de este blog mi perro ha aparecido en varios posts, de hecho, el titulo Mi familia, Londres y yo, lo incluye. Nuestra relación no tiene fisura alguna, es un perro hecho y derecho y tiene la virtud de no ser el típico "perro chiquito pendenciero", para nada, tiene una personalidad de perro grande, lo que lo hace aun mas especial.
También pensé en la gente que veo por la calle, los "sin techo" acá en Londres, y como siempre están acompañados por sus perros, fieles, guardianes de la cotidianidad callejera de sus dueños. La realidad no es que no tengan techo ya que el Estado tiene lugares para atenderlos, darles abrigo en invierno y comida, pero es gente que generalmente tiene serios problemas de sociabilizacion o adicciones a las drogas, pero como no conozco bien como es el tema lo voy a averiguar y se los contaré en otro post.
En Inglaterra adoptar a un perro es un trámite que se hace con responsabilidad y hasta te hacen seguimientos de adaptación para ver como va el nuevo integrante. Es que se entiende como deber ser, como uno mas de tu familia y eso requiere cierta responsabilidad. Las leyes son super estrictas para con los animales y los ingleses, cívicos como son, les encanta ponerlas en práctica.
De ninguna manera vas a ver a un homeless con un perro en mal estado. Sus perros también están categorizados de alguna manera como animales de companía y hasta reciben una especie de subsidio para que sus peludos estén en condiciones. Si no lo están, les retiran al perro y también el subsidio. Pero es difícil pensar que les preocupa el subsidio, no lo creo, hay una realidad que solo el perro, ese perro puede entender y esa relación supera cualquier especulación. Mantenerlos sanos es también una cuestión de supervivencia propia y se nota en muchos casos que son la única companía importante que tienen.
Los perros no te piensan, los perros te sienten y valga la redundancia, eso se siente. Cuando llego a casa me encanta que mi perro me salte y me llene de lenguetazos, me gusta cuando a cierta hora me mira fijo para que nos vayamos a dormir, me gusta cuando Diego viene de largos viajes y Norton llora al verlo cruzar la puerta. Si todo eso me da este perrito. Cuanto más puede darle un perro a una persona en total estado de soledad?.
Galería de fotos de Norton, para los que no lo conocen aun.
En nuestra casa de Buenos Aires
Te quiero, Norton!!!
Norton en el nuevo barrio, Londres
Norton Londoner
En Buenos Aires, tomándonos una siesta
Enemigo público: caballo
Escrito por Sergio Feldmann