Magazine

Amores y bonsais

Publicado el 23 agosto 2014 por Lalomonsalve
AMORES Y BONSAIS (por Larry Romántico)
Mi amigo Lalo Monsalve me ha insistido bastante para que vuelva a escribir en este Blog. Yo tampoco he pedido permiso a El Chico para hacerlo. Ya somos mayorcitos. También necesito hablar y contar cosas, aunque, a veces, me resulte frustrante que nadie las comente.
Tengo una extraña sensación al redactar este texto. Parecería que estoy traicionando a un amigo, pero sólo lo parece. Me siento bien por haber regresado, pero me invade cierta nostalgia. Ojalá El Chico pusiera unas cuantas reflexiones más aquí, pero sé que no lo hará. En eso coincido con Lalo.
De repente, un día nos sentimos como árboles gigantes, pletóricos, fuertes. Sin embargo, hoy sólo os puedo ofrecer la imagen de un bonsái. Una especie que ha vivido muchos años ya, ha sufrido varias podas y trasplantes de maceta, me han alambrado y me han pinzado.
La vida de un bonsái se parece bastante a la de un amor frustrado, que creció justo lo que le permitieron, fue recortado en hojas y raíces y lloró por sus yemas. Esos amores son como pequeñas plantas maltratadas por manos inexpertas, que conducen sin remedio a la muerte prematura.
Un bonsái, como un amor, no es un juguete. Ambos son responsabilidades que debemos asumir. Necesitan de nuestra atención y cuidados constantes. Hay que regarlos y abonarlos para que puedan florecer y dar fruto. No se pueden dejar sin más sobre una mesa dentro del salón o en la ventana que da al sur en verano, porque corren un grave peligro.
Alguien ya dijo en este Blog que la amistad es como una planta que puede llegar a hacerse enorme. Yo sólo quería decir que, si eso es así, muchos amores se quedan simplemente en bonsáis.
Bienhallado me siento.


Volver a la Portada de Logo Paperblog