Hoy hemos elegido al estudio AMP, fundado por los arquitectos canarios Felipe Artengo, Fernando Menis y José María Pastrana, para protagonizar la sección de “Grandes Arquitectos” de este blog. Aunque desde 2004 Fernando M. Menis no forma parte de AMP, la meritoria obras de este trío de arquitectos, les hace estar entre los profesionales del sector más conocidos de España y más interesantes del panorama internacional.
Materialidad, sostenibilidad y la influencia constante del paisaje de Santa Cruz de Tenerife (ciudad de origen de los tres arquitectos) son elementos claves en la obra de este estudio premiado en numerosas ocasiones. Influenciados por la abrupta y rugosa topografía tinerfeña, los trabajos de Artengo, Menis y Pastrana se distinguen por la presencia recurrente de formas tectónicas y contundentes composiciones de hormigón integradas en el entorno y, sobre todo, por ser un fiel reflejo de la morfología volcánica y escarpada de las islas Canarias.
Su arquitectura parte de la observación pormenorizada del lugar. Según los directores de AMP, “hablar de arquitectura globalizada es incoherente, no sólo por la singularidad intrínseca de cada territorio, sino porque los parámetros geográficos, climáticos, morfológicos y antropológicos de cada zona son fundamentales a la hora de abarcar el oficio de la arquitectura”.
Sin embargo, sus propuestas no constituyen una mera imitación de la naturaleza, sino que buscan el máximo aprovechamiento de los recursos naturales del lugar tomando como referencia la morfología paisajista del territorio.
Un ejemplo es el “Estadio Insular de Atletismo” (2006) de Tenerife, una instalación deportiva con forma de un cráter, perfectamente integrada en el medio urbano en el que se sitúa y concebida como un lugar de protección y cobijo para los atletas frente a los agentes atmosféricos del lugar, como los frecuentes vientos alisios.
Asimismo, estos arquitectos recurren con frecuencia al reciclaje. Muestra de ello es la transformación de una gabarra de transporte de carbón en una piscina flotante en el río Spree de Berlín (2003) o la rehabilitación de un cuartel en Santa Cruz (2006) como un edificio administrativo para el Gobierno de Canarias.
Otro elemento clave de las obras de AMP es la luz, no sólo en el interior de los edificios sino también en la variante externa de las obras: cómo se refleja la luz en las construcciones, cómo cambia la tectónica de una propuesta en base a las diferentes posiciones solares… De ahí el Museo Arqueológico de Zonzomas de Lanzarote (2006) que se inserta en el paisaje enterrado, señalando su presencia mediante hitos de entrada de luz. El centro de visitantes, situado delante del museo, se presenta como un volumen perforado, puro y rotundo en dialogo con el valle que lo circunda. Otro aspecto interesante de AMP es el buen envejecimiento de sus obras debido a que, en su mayoría, están hechas a base de materiales, como el hormigón, piedra y madera, que mejoran con el tiempo. Por último, cabe destacar la densidad y materialidad esencial de las obras de AMP que contrasta con las tendencias actuales internacionales basadas en la búsqueda de la máxima diafanidad y ligereza. AMP nos ofrece una arquitectura consistente y resistente frente a las formas fluidas preponderantes en la sociedad actual debido a incuestionable influencia de los medios visuales en todos los campos.
Más información en: http://www.amparquitectos.com/