Estás ensimismada viendo cómo crecen y un día se sueltan de tu mano y echan los primeros pasos solos. Otro día dejan el pañal, duermen en su cama y tú empiezas a llenar el trastero con la cuna y otros cachibaches que ya no sirven, como la trona o el portabebés.Ya no es un bebé. Pero bueno, sigue siendo pequeñín, pasa de bebé a toddler. Luego pasa de toodler a escolar y…Vaya, tu hijo ya va al colegio! Pero qué ha pasado aquí? Si hace nada andaba yo forrando libros y estrenando estuche de Tarta de Fresa y ahora mi hijo ya va al cole! Pero si antes de ayer medía 50 centímetros!
Se ha convertido en una personita, y cuando le miras asombrada en plan “que.mayor.te. has.hecho”, “que.bien.hablas”, “como.razonas”..te mira con cara de “pues.claro.mujer,que.esperabas” y te termina de descolocar.
Y entonces llega una nueva etapa: empieza a tener amigos. Para tu desilusión, ya no se vuelve loco de contento cuando te ve en la puerta del cole, ni grita extasiado “es mi mamá!”; está ampliando su mundo. Descubres por ejemplo que cuando está con ellos se viene arriba y te desafía más. Hay un Chiquinini “distinto” fuera de casa. Tiene más afinidad con unos niños que con otros, juegan juntos ( no unos al lado de otros), te habla de ellos, te cuenta lo que le han dicho o dejado de decir…
Y entonces se abre un horizonte nuevo también ante ti.
Quizá a partir de ahora mamá ya no pueda curarlo todo. Ya no valdrá siempre con un abrazo de mamá para que se vaya el dolor de un coscorrón. Ahora empieza a socializarse, y el pertenecer a un grupo tiene cosas buenas y…cosas malas. Otras personas pueden herirle ( fulanito y menganito no me dejan guar con ellos), pueden influir en él…
Me siento feliz al ver lo bien que se relaciona con otros niños, y al mismo tiempo empiezo a preguntarme si alguno de ellos hará un largo recorrido junto a él, o son aún muy pequeños y los amigos de hoy no serán los de mañana.
Y me pregunto otras muchas cosas, todas nuevas para mí porque hasta ahora me preocupaba de otro tipo de cuestiones ( como con Chiquinina, que sólo tiene un añito).
Por ejemplo pienso si son buenas compañías las que está eligiendo, si siendo tan pequeños ya pueden influir en él sus amigos, para bien o para mal, y hasta qué punto podemos o no los padres condicionar esa elección (amigos).
Para otro día las reflexiones sobre estas cuestiones.