Resumen de nuestra escapada de tres días en Amsterdam

Salimos de Alicante a las 10:30 y a sobre las 13:15 nuestro avión de la compañía Vueling aterrizó en el aeropuerto de Schiphol, el más importante de los Países Bajos. Este aeropuerto está a 15km al suroeste de Amsterdam y está muy bien conectado a ella mediante trenes, autobuses y taxis. La opción más económica y rápida es el tren. El precio del billete son unos 4 euros y tarda de 15 a 20 minutos en llegar. Nosotras nos despistamos y acabamos cogiendo un taxi... No calculé exactamente lo que tardamos en llegar, pero fue bastante rápido, diría que unos 20'. Por cierto fueron 40 euros (entre tres) hasta la puerta del hotel. La verdad es que fue una buena idea porque empezaba a chispear y no imaginábamos la que iba a caer...
Una de las primeras impresiones que me llevé de esta ciudad fue la cantidad de bicicletas que hay. Es algo que lo ves en los reportajes o te lo cuenta la gente que ha ido , pero hasta que no lo ves no te haces una idea de la cantidad de ciclistas que hay. Otra cosa que aprendes nada más llegar es a no ser atropellado por una de ellas, los ciclistas tienen preferencia siempre. Y van rápidos, muy rápidos. Para los futuros visitantes os aconsejo que tengáis mucha precaución al cruzar la calle ya que tendréis que esquivar a las bicis, a los coches y a los tranvías.

Nos alojamos en La Boheme un pequeño y encantador hotel situado cerca de la zona de los museos y del Voldenpark (a unos 20' andando desde el centro). El hotel estaba muy bien, la única pega era una estrecha y empinada escalera que te ponía las cosas muy difíciles, tanto para subir como para bajar. Por no hablar si ibas cargado con una maleta... pero, a pesar de este pequeño inconveniente el hotel me mereció la pena. Muy recomendable.
Dado que era tarde y que el tiempo atmosférico no daba lugar a muchos paseos, decidimos ir a comer a una pizzería que había justo al lado del hotel. Estando allí cayó un chaparrón bastante fuerte. Nos resultó sorprendente como la gente seguía circulado con la bici, tan tranquilos, a pesar de cortina de lluvia que caía. Después de comer, regresamos al hotel para tomar el té y unos dulces deliciosos (cortesía de la simpática dueña del hotel).
Sobre las 17:30, y ya que el tiempo había mejorado un poco, decidimos hacer un tour por los canales con un barco turístico. Compramos los billetes en el hotel ya que nos hacían un descuento de 4€. En total fueron 14€ la excursión. El paseo duró unos 75'. Estuvo bastante bien. Recorrimos varios canales y disfrutamos mucho viendo la arquitectura tan singular de esta ciudad. Lo que más me gustó fue ver las casas barco. Qué arregladitas y monas estaban con sus cortinitas, plantas, silloncitos para leer... Preciosas. Este tipo de excursión es muy recomendable para llevarte una impresión de cómo es la vida y el ambiente en general de Amsterdam.

Al acabar el paseo nos tomamos un delicioso crepé en una cafetería que había junto al canal y después nos fuimos a dar un paseo al Vondelpark, un extenso parque de 47 hectáreas que debe su nombre al escritor neerlandés Joost van den Vondel. En 1996 fue declarado "Monumento Nacional" de ahí el gran valor cultural y natural que representa para la gente de esta ciudad. Se pude recorrer en bici, como no, o caminando. Nosotras optamos por esta segunda opción (teníamos que quemar la calórica merienda...).
Esta visita es ideal para terminar la tarde como un buen lugar de descaso. Encontraréis mucha zona de césped y bancos donde reponer fuerza después de una jornada intensa de visitas varias por la ciudad.DÍA 2
Sobre las 8:30 bajamos a la zona de la cafetería de hotel. El desayuno consistía una selección de croasanes, tostadas, quesos, cereales, galletas, cafés, etc. dispuestos a modo de pequeño bufé. Poco pero muy bueno.
Una vez nuestros estómagos quedaron satisfechos pusimos rumbo al centro, concretamente a la plaza Dam, que era el punto de encuentro del tour Sandemans. Para los que no lo conozcáis, es una empresa que realiza visita guiadas en castellano gratuitas* por diversas ciudades de Europa. Os dejo en el enlace del Free Tour por si queréis informaros.*al final del recorrido cada uno paga lo que quiere y considera. Es decir, das la voluntad.
Una vez en la plaza Dam pudimos comprobar el ambiente animado y bullicioso de la plaza más importante de la ciudad. Amsterdam debe su nombre a la presa que se encontraba en esta plaza, allá por el siglo XIII y a partir de la cual se fue formando toda la ciudad. (Dam, en neerlandés significa presa y el río que la cruza la ciudad se llama Ámstel).
Aquí se encuentra el Palacio Real, un enorme edificio necoclásico que fue utilizado de consistorio en su orígenes y después pasó a ser la residencia real. Actualmente se destina a recepciones y actos oficiales. También vimos la Nieuwe Kerk o iglesia Nueva. Un imponente templo del siglo XV donde se han llevado a cabo la coronación de los monarcas holandeses y las bodas reales desde el 1814. Nosotras no pasamos de la entrada ya que nos pedían 8€ para entrar y por lo que habíamos leído no merecía mucho la pena. Pero, para que os hagáis una idea de cómo es por dentro, os dejo este vídeo del momento en el que se escucha el bellísmo "Tango" de Piazzola en el enlace real de Máxima Zorreguieta y Guillermo de Holanda.
Otra de las atracciones de esta plaza es el museo Madame Tussaud, al que tampoco entramos.Como ya era casi la hora del tour nos fuimos hacia el punto de encuentro del tour situado en el Monumento Nacional, un gran obelisco de 22 m construido en honor a los holandeses caídos en la II G.M.
El tour estuvo bastante bien. No llega a la altura del de Berlín , que para mi está en mi top, pero en general me gustó. Javier, nuestro guía era muy dinámico y parlanchín. Vamos, de los que sabe meterse a la gente en el bolsillo. En unas 2,5 horas de recorrido vimos:
www.wikipedia.org
- La casa de Anna Frank (por fuera). De hecho intentamos visitarla más tarde pero resultó imposible debido a la larga cola. Al parecer, hay que reservar con antelación para verla. En fin, ¿no dicen que siempre hay que dejarse algo para ver? Pues aquí está nuestra motivo para regresar a Amsterdam.
- La Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales. El edificio por fuera.
- El Barrio Rojo. Al ser una visita en la que hay personas de todas las edades solo se visita la entrada al barrio.
- El Homomonument. Es un monumento en forma de tres triángulos equiláteros en recuerdo a todos los homosexuales y lesbianas que han sufrido algún tipo de persecución debido a su condición sexual.
- La casa más estrecha de Ámsterdam.







También nos explicaron que la altura media de los holandeses es de 1,8m, según parece, debido al calcio que contienen los quesos del país.
Al final el recorrido, el chico nos aconsejó ir a comer al "café Sonneveld", un restaurante típico holandés. Él nos comentó que también iba a comer allí. Así que le hicimos caso. Pero la verdad es que no era cierto, ya al llegar allí, vimos como él se acercaba a la barra y la dueña le entregaba un sobre que posiblemente se tratase una comisión. En cualquier caso, comimos fenomenal y a muy buen precio. Quedamos muy contentas con la recomendación.


Por la tarde nos fuimos al Mercado de las Flores, uno de los lugares más icónicos de la ciudad. Con más de 140 años, en este mercado, ubicado junto al canal Singel, se venden miles de bulbos de tulipanes de todas las variedades posibles... También hay todo tipo de flores, platas y demás útiles de jardinería. Es un lugar que alegra la vista.



Además, si queréis comprar recuerditos de la ciudad éste es un lugar perfecto. Los hay de todo tipo.
Después de un merecido descanso y una estupenda degustación de quesos en el hotel volvimos al centro para hacer el Tour del Barrio Rojo, que habíamos contratado por la mañana con la misma empresa de visitas. Durante una hora estuvimos recorriendo con nuestro guía las calles y las famosas cabinas. La verdad es que es un sitio algo sórdido. Muchos neones y luces rojos. Las cabinas son muy pequeñas están prácticamente en la calle. Al menos, las chicas gozan de unas condiciones de trabajo más o menos dignas. El tour, en general, me decepcionó un poco.


DIA 3

De buena mañana, y después de un delicios desayuno, cogimos el tranvía hasta la estación central, donde habíamos quedado para hacer la excursión de Civitatis por los pueblos más pintorescos de Holanda: Zaanse Schans, Edam y Vollendam.





DÍA 4



El precio de la entrada para un adulto es de 17€
En el interior no se pueden hacer fotografías, solo en algunos lugares específicos.
Llegar al museo es muy sencillo. Está en una gran avenida llamada Paulus Potterstraa a escasos metros del Rijksmuseum, el museo Nacional de Amsterdam y más importante de la ciudad. Nosotros no lo visitamos... así que, otro motivo para vistar esta maravillosa ciudad.
Dedicado a mis queridas amigas Miriam y Katia.




















