Grabado en el 2007 en Londres, es sin duda un verdadero documento de una de las últimas voces femeninas en resucitar el verdadero espíritu del jazz. Amy Winehouse vivió como una verdadera diva del Jazz, con todas sus grandezas y sus decadencias. Consumida por el alcohol y las drogas, las cuales llegaron a brillar públicamente más en su vida que su carrera musical. Con su repentino fallecimiento, ha dejado una huella dentro del mundo musical, un hueco imposible de rellenar. Su voz tan profunda y tan desgarradora, hacia de sus veladas un verdadero acontecimiento para todo un público. Que estaba totalmente entregado hacia su música, el cual llora su muerte. Dejando como legado un último álbum póstumo.
Su vida esta impresa dentro de unas letras un tanto incendiarias, haciendo alusiones a sus numerosas adiciones. Dejando claro que ello era parte de su vida, que cuando esta termino. La luz de Amy se fue para dejarnos una carrera prometedora, que en mitad de un camino nos dejo el verano del 2011. Amy Forever...