Hoy descubrí el porqué. Por qué cada vez que oía hablar del conflicto entre Catalunya y España comenzaba a tararear esta canción. Creía que era porque necesitaba un poquito de ternura y, sobre todo, ese amor limpio y arrogante, ese lanzarse al vacío de quererse sin mirar atrás. Pero no, hoy descubrí que tarareaba esa canción porque la he escuchado en muchas versiones, en castellano, en catalán y en castellano y catalán. En una versión que no he podido encontrar, Ana Belén cantaba en catalá, mientras Serrat lo hacía en castellano. En este vídeo que les dejo, lo hacen en versión original y, en la entrevista previa, Serrat agradece a Ana Belén el esfuerzo por cantar en una lengua que no es la materna. La canción se convierte así en un puente de entendimiento y demuestra, para todos aquellos que siempre sintieron aversión, que no pasa nada por interpretar una canción en catalá, igual que se canta en inglés, francés o alemán. Y el mundo sigue girando. A veces lo más sencillo lo es tanto que se nos olvida que existe. Amar en cualquier idioma. Respetar cualquier cultura. Aprender del otro todo lo que podamos. Que disfruten de las paraulas d’amor.