Revista Opinión

Ana Botella es la basura

Publicado el 15 noviembre 2013 por Rgalmazan @RGAlmazan

Qué difícil es batir récords, día a día, como hace esta corregidora, incapaz de corregir nada. Es soberbia, vanidosa, pero sobre todo inútil. Su mérito mayor –y ya tiene guasa— es ser la mujer de…

Y ahí está liándola. En vez de resolver problemas, los crea y se recrea. Y tan campante. Se siente diosa del olimpo madrileño y está orgullosa de sus meteduras de pata, al menos así lo parece. Jamás ha pedido disculpas, siempre son otros los responsables, ella nunca se equivoca. Y todo esto saliendo de una mujer irresponsable e incapaz de liderar ninguna crisis. Al contrario, siempre actúa como gasolina en el fuego.

Han tenido que pasar nueve días hasta que saliera a la palestra anteayer. Dicen que ha sido gente de su propio partido –por cierto, son muchos los peperos aterrorizados porque parece que además Mrs. Bottle pretende ser la próxima candidata— quien la ha obligado a que diera explicaciones.

Y qué explicaciones. Dice que no se cumplen en absoluto los servicios mínimos y cuando le preguntan en qué grado o porcentaje, dice que no sabe ¿? Dice que la culpa es de los sindicatos y de los trabajadores con sus actos vandálicos sin tener ninguna prueba. Habla de que en caso de seguir la huelga tomará medidas y hará que TRAGSA se encargará de recoger la basura.

Botella willy basuras

Para poder entenderlo, empecemos por ver cómo se ha llegado a la huelga.

Se cambiaron los pliegos de contratación de las empresas que ganaron el concurso. El precio de adjudicación fue del 40% menos que en la anterior contratación. Y además, no se exigía el número de trabajadores que deberían emplearse en el servicio, cosa que ocurría en los contratos anteriores adjudicados.

¿Cómo se puede entender que alguien se extrañe de que se pretenda echar a trabajadores para bajar el coste, cuando no hay ninguna limitación por parte del contrato firmado con el Ayuntamiento y se ha bajado un 40% el precio del servicio?

En definitiva, las empresas adjudicatarias –por cierto, son las mismas que pretenden hacerse con la externalización de la Sanidad madrileña, que aparecen en los papeles de Bárcenas, ¡ojo al parche!— para poder efectuar el servicio y ganar dinero, lo sacan de los gastos de personal y deciden hacer un ERE de más de 1000 trabajadores y bajar a los que queden un 30% del sueldo aproximadamente. Una verdadera carnicería permitida por acción y por omisión por Ana Botella y Cía.

Por cierto, es tanto el desatino que es una huelga que, a pesar de los trastornos que sufren los madrileños, tiene un apoyo popular poco común. La mayoría de los madrileños está con los huelguistas y pide que sea el Ayuntamiento, a quien pagan la tasa de basura, quien solucione el problema.

Y para mayor inri, resulta que estos adalides de la privatización, pretenden que ahora le saque las castañas del fuego una empresa pública como TRAGSA. O sea el problema generado por el Ayuntamiento y empresas privadas, dice la alcaldesa que lo va a solucionar una empresa pública, que además está en estos momentos con un ERE que implica al 20% de su personal. ¡¿Hay quién dé más?!

Por otro lado, se hacen de nuevos, y tanto el concejal de Medio Ambiente como la alcaldesa dicen que les ha sorprendido lo ocurrido, cuando resulta que la concejala de Izquierda Unida, Raquel López, les ha venido diciendo, en veintitrés ocasiones, que ocurriría esto. A lo que no sólo han hecho caso omiso, sino que además la acusaron de agorera.

En fin, un despropósito en el procedimiento de adjudicación, en la misma adjudicación y en el tratamiento de la crisis. Sin embargo, ahí está Mrs. Bottle que después de haber armado la de San Quintín, sigue echando la culpa a los huelguistas, a los que llama vándalos entre otras lindezas.

El propósito de esta ayuntamiento ha quedado claro, primero echar la culpa a los huelguistas y enfrentarlos con los ciudadanos, como parece que les ha salido el tiro por la culata, ahora con la solución de TRAGSA pretenden enfrentar a los trabajadores huelguistas con los trabajadores esquiroles de esa empresa. Eso sí, siempre pretendiendo hacer ver que el Ayuntamiento no es responsable de nada. Lo que es cierto en parte, su irresponsabilidad es evidente.

La última noticia es que esta tarde han denunciado a las empresas adjudicatarias. No sabemos con qué intención, salvo que aparezcan como perjudicados. Todos sabemos lo “rápida” que es la Justicia, o sea que como siga la huelga hasta que un juez tenga que dar la solución, Madrid estará habitada por ratas.

Por cierto, ¿descontarán a los madrileños de la tasa correspondiente el servicio no realizado?

Y es que la cosa está clara. Ana Botella es la basura, hasta que no nos deshagamos de ella, con huelgas o sin ellas, Madrid seguirá siendo un basurero.

Salud y República


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