ANÁLISIS: Aeon Must Die!

La temperatura sube y baja a base de golpes

Muchas vueltas ha dado este juego hasta llegar a su lanzamiento. Por variados problemas ha pasado su desarrollo hasta llegar este día. ¡Pero la espera ha merecido la pena al encontrarme con que Aeon Must Die! es una de las experiencias más particular que me he encontrado en mucho tiempo. Y en la que un sinfín de detalles jugables, de guion, e incluso de interacción, hacen que sea un difícil análisis de encarar. Y no solo por lo enrevesado en inicio de todos sus conceptos. Sino por; su tempo jugable, una particular forma de contar las cosas, y en general, por un planteamiento tan caótico que uno no sabe si está ante una obra maestra o un juego que no sabe ni lo que quiere ser.

Una aventura que hay que darle una oportunidad sin dudarlo ni un momento. Y que os aseguro que no os va a dejar indiferente en ningún momento. Así que no os como más la cabeza, y empiezo a dar caña a este curioso universo.

NOTA: 7`5

Aeon Must Die! es una experiencia realmente particular. Extraña por momentos, muy original en otros. Que consigue transformarse en un juego que toma como base dos puntos esenciales; la lucha y la narrativa. Mezclándolos y adaptándolos a una historia de caos, venganza, búsqueda y locura. Y que os voy a intentar describir de la mejor manera posible, ya que es una experiencia que hay que vivirla para entenderla al cien por cien.

Entrando ya en el juego. Lo primero que os voy a hablar es de su particular, y necesario de tutorización del sistema de combate uno contra uno. Que sin dudarlo es la base jugable más importante del juego. Un compendio de posibilidades combativas de las que hay que comentar que posee cierta sencilles en cuanto a su base técnica. Basando gran parte del combate en dos tipos de golpes base, el direccionamiento de estos, una esquiva y un bloqueo. Pero donde destaca sobre todo un sistema de ignición o drenado. En el que tendremos que estar muy pendiente de el aumento o disminución de una barra de llamas, tanto para nuestro potencial como para nuestra subsistencia. Teniendo por lo tanto un estado donde podremos desplegar todo nuestro potencial sin cansancio, y otro en el que prácticamente no podremos casi ni movernos, pero que también nos llevan a la muerte con solo un golpe. Marcando todo ello el tempo del combate. El cual hay que hacerse con un control que hay que cogerle el rollo, ya que posee un tiempo de reacción bastante particular.

Todo ello se relaciona también con el tipo de enemigo, donde si es rojo, azul o verde, nos lleva hacia una tendencia u otra de nuestro estado. E incluso donde la inclusión de un tono morado o amarillo consigue avisar si nos atacará o se defenderá de forma potente. La verdad que muy curioso el sistema de colores y brillos asociados al combate que puede resultar en inicio algo complicado de acostumbrar al ritmo que se mueve el juego. Donde, por cierto, me he topado con unos enemigos bastante durillos, variados y beligerantes, que se asocian con otros en los diferentes planos de la pantalla para darse el relevo entre ellos, atacarnos y, complicarnos más aun la vida. Y donde entra a formar parte un sistema de agarre y lanzamiento.

Por último, dentro de ese sistema, hay que hablar de la muerte y determinación, un sistema némesis muy curioso, y unos puntos de respecto que desbloquean ciertos potenciales. Que nos traslada a un modo roguelite, y búsqueda de venganza respecto al que nos ha matado. Que termina por dar interés y necesidad de plantear bien los combate tras las constantes muerte que tendremos, y el potencial que iremos implementando. Y donde la perdida de toda nuestra determinación, nos lleva a tener que empezar desde el ultimo gran punto de control. Bastante separados, por cierto. Así que iros preparando para una experiencia dura y compleja por momentos.

Más allá del combate. La otra carga importante del juego se la lleva la parte narrativa, y la constante interacción con Aeon, y su maldita posesión que nos tiene comida la cabeza. Una narrativa que se mezcla constantemente con el combate, y que ciertamente puede hacernos perder el ritmo de juego en ciertos momentos, y más cuando hay tantos y largos tiempos de carga para pasar de uno a otro. Aunque por otro lado hay que saber valorar por lo bien guionizada que está, y las constante elecciones narrativas que nos aporta. En una historia donde la búsqueda de nuestra amada, y el cruel sufrimiento de nuestra raza se llena de crueldad, y momento de sarcasmo muy bien tratados.

En general es un juego lleno de caos, de confusión, y de dudas, pero que por otro lado te maravilla, te absorbe y te sorprende. Sinceramente me ha explotado la cabeza al disfrutar de él.

Por lo que respecta a la parte técnica. Lo primero que entro a hablaros es del impresionante apartado artístico que posee el juego. Con un diseño de personajes y escenarios bidimensional de lo más original y potente visualmente. Con un dibujado increíble, un colorido cuidado al dedillo, y unas animaciones y efectos que dan un a vida impecable a este particular universo.

Y a ello hay que unirle un apartado sonoro impactante. Con una banda sonora metalera realmente potente, y que le viene perfecta a lo que quiere expresar el juego. Y que se acompaña con unos potentes efectos sonoros y, una muy buena ambientación. Todo ello acompañado con algunas voces en inglés, y una traducción al español muy buena, y totalmente necesaria para sacar todo el jugo a la narrativa de este.

En definitiva. Aeon Must Die! es una experiencia muy extraña. Por momentos muy compleja, pero en otros momentos demasiados simple. A la que hay que cogerle un tempo narrativo y jugable muy particular que, dificulta mucho el mantener el ritmo jugable ante una aventura donde la mezcla de la narrativa y la lucha llama mucho la atención, y consigue mantenerte muy dentro de este original mundo.

Ya os dije en un principio que no iba a ser fácil daros a conocer y entender esta experiencia. Pero es que la gente de Limestone Games no nos lo ha querido poner fácil a la hora de plantear esta única, diferente y particular violenta experiencia que Aeon Must Die!

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