ANÁLISIS: Airoheart

Un clásico hecho en la actualidad

La inspiración y los homenajes es algo que siempre ha sido importante y muy recurrente a la hora de plantear un título. Pero cuando está llega, y se basa en algunas de las mayores y más importantes franquicias de la historia, hay que ser muy valiente para atreverse.

Por ello, cuando vi las primeras imágenes de este Airoheart, las esperanzas sobre un claro homenaje a Zelda activaron todas mis alertas. Cosa que me hizo seguirlo muy de cerca hasta el día de hoy que ya lo he podido disfrutar, gozar y amar. Y es que es una experiencia que bien vale cada píxel, cada detalle y cada homenaje que hace a esos clásicos de principios de los noventas que adoramos con todas nuestras fuerzas. Y que la gente de Pixel Heart Studio ha sabido plasmas en esta maravillosa obra.

MAGIA AL OTRO LADO DEL MAR

Empezaré poniendo un poco en contexto la historia. Y es que Airoheart, nos acerca a una preciosa narrativa, un maravilloso mundo y a un carismático personaje llamado Airo. Arrastrándonos a una mágica aventura. Donde el descubrimiento de otras tierras, los viajes marítimos y, una serie de mágicas piezas. Nos introducen en una historia que posee unos trasfondos raciales muy interesante, que mezclado con una historia familiar y un oscuro hechicero, que terminan de adornarse con unos carismáticos personajes que son guionizados con simpleza pero cariño en una aventura con ese toque retro que tanto remueve nuestro corazoncito videojugador.

MAZMORREO EN ESTADO PURO

Un juego que una vez metido en esencia. Nos trasladas a las aventuras más clásicas. Donde una clara concepción mazmorrera y evolutiva a partir de habilidades, nos irá abriendo el camino en busca de los fragmentos que la leyenda nos obliga a reunir para salvar el mundo.

Y es que Airoheart propone un diseño realmente encantador, con mucha imaginación, y con una temática bien marcada en cada una de sus zonas mazmorreras, que os aseguro os va a dejar ensimismado y con esas ansias por ver que nos espera en la siguiente. Todas ellas con una concepción interna donde; los puzles, la búsqueda de objetos, las trampas y la acción, nos irán abriendo el camino hacia un final dónde nos espera un jefe final con el respectivo fragmento. En definitiva, más clásico el concepto no puede ser.

Dentro de estas no puedo dejar de subrayar lo bien planteadas que están. Con una coherencia increíble a la hora de dar sentido a cada puerta, llave, interruptor o enemigo que se mimetiza y da coherencia a unas mecánicas y conceptos muy bien marcados en cada zona. Y es que si sobresale por algo en especial es por el particular concepto y cualidades que se le ha dado a cada lugar. Siendo muy divertido saber con qué nos sorprende cada una de ella. Destacando por ejemplo los combates contra variados enemigos y grandes jefes con mecánicas muy marcadas. Y que por desgracia no son especialmente inteligentes.

Y es que el combate, pese a su simpleza, forma parte esencial de la experiencia. Centrando todo en un ataque de espada sencillo y un bloqueo con escudo. El cual por cierto, cumple bien dentro de su sencillez y pocas posibilidades. Volviéndose algo más creativo cuando incluimos armas a distancia o explosivas en la fórmula. Y donde tengo que destacar por encima de ellos, unos poderes mágicos que iremos adquiriendo en forma de báculos.

Una vez entendido todo el tema mazmorrero, de puzles y de acción. Os tengo que decir que el juego nos permite cierta libertad guiada bajo un mapa principal, donde la apertura de nuevas zonas a medida que avanzamos o mejoramos, o la inclusión de misiones secundarias o personajes con lo que interactuar, nos dan un poco de respiro entre mazmorra y mazmorra, y objetos o mejoras que nos vendrán genial.

La dificultad está muy bien regulada. Dejando ese concepto clásico donde la muerte en una mazmorra nos suponía tener que empezar desde el inicio con la salvedad de mantener desbloqueando lo que ya lo hayamos hecho. Y en el que casi una treintena de horas no nos va a suponer muchos agobios, pero tampoco un paseo.