Angry Birds VR: Isle of Pigs, lanzado el pasado 26 de marzo, representa mi primer análisis de un juego para PSVR. Como iniciado recientemente en esto de las VR, decidí unirme a Red, Chuck, Bomb y los Blues para recuperar los huevos robados en esta aventura inmersiva en realidad virtual.
El juego desarrollado Resolution Games nos trae, de forma similar al exitoso juego de móviles Angry Birds, una batalla entre pájaros contra cerdos pero esta vez desde un punto de vista tridimensional.
Así que sin más, poneros vuestras PSVR, agarrar bien vuestros tirachinas PS Move y hacer volar a esos pájaros para rescatar de los malvados cerdos nuestros preciados huevos.
En busca de los huevos perdidos
Si ya habéis jugado a algún Angry Birds, conoceréis la mecánica: tienes una mecánica de tirachinas donde lanzamos a pájaros con diferentes habilidades contra estructuras de diferentes materiales. Gracias a las físicas (punto muy bien recreado en esta virtualización) tendremos que derribar las estructuras para acabar con los cerdos que hay repartidos por la misma, causando el mayor caos posible con la menor cantidad de pájaros para obtener la mayor puntuación posible.
Como hemos comentado anteriormente en el salto a la VR los escenarios son tridimensionales, lo que hace que podemos movernos por varios puntos del mapa y tener una mayor perspectiva de la estructura objetivo, y así encontrar explosivos ocultos, cerdos que se están cubriendo por un lado pero no por otro, etc.
Jugabilidad, confort y mucha diversión
En la versión de PSVR nos vemos limitados al uso obligatorio de los Move, que representarán nuestro tirachinas. Con ellos en mano podremos fijar nuestro objetivo con uno de ellos y tirar de la correa con el otro para alcanzar a los dichosos cerdos y acabar con ellos.
El control de Angry Birds VR: Isle of Pigs en ese sentido es muy simple pero funciona de maravilla, la precisión que tenemos a la hora de disparar es total y a nivel de confort no se encuentran pegas por que la jugabilidad no tiene movimiento.
Como en la versión de móviles, hay cuatro pájaros con habilidades especiales. Red, el pájaro rojo, que es el estándar, Chuck, el pájaro amarillo que puede acelerar en el aire, Bomb el pájaro negro, que puede explotar cuando queramos y Blue, el pájaro azul, que se puede dividir en tres en el aire.
Para superar cada nivel solo tendremos tres pájaros. El juego nos va ofreciendo cada vez más dificultad a medida que avancemos por cada uno de los cuatro mundos. Junto a las ya comentadas mecánicas de los pájaros se incluyen elementos en el escenario como ventiladores que pueden empujar cajas, globos que hacen volar ciertas estructuras o diferentes tipos de material para las estructuras (las típicas, como madera, piedra o hielo).
Pese a ser un juego divertido sin perder la esencia de los clásicos Angry Birds de móviles, Angry Birds VR tiene el problema principal de que es muy corto contando sólo con 52 niveles (13 por mundo), que se pueden acabar en alrededor de una hora. Incluso conseguir las tres estrellas en cada nivel me ha resultado sencillo.
Ahora bien tenemos la buena noticia que según Resolution Games prometen añadir hasta 100 los niveles antes de que termine el año y nos instan a estar pendientes de las actualizaciones en su página de Facebook.
Chillidos y nivel técnico
A nivel técnico, el juego es bastante sólido, pero sin excesivos alardes. El juego mantiene la esencia del juego de móvil en este salto a realidad virtual y además es muy fluido, ya que avanzamos de un nivel a otro (además de reiniciar) casi sin tiempos de carga.
Los cuatro escenarios que visitamos son variados entre sí, pero tampoco es que nos sorprendan en exceso. Todo funciona al estilo cartoon y la interfaz nos recuerda mucho a la de los móviles, para que realmente parezca que estamos ante una entrega más de la franquicia.
El juego se encuentra en inglés, pero la interfaz es muy intuitiva para poder manejarse aunque no controles el idioma. En cuanto al apartado sonoro, los efectos son funcionales y los chidillos de los pájaros son parecidos al resto de entregas de este juego de Rovio. En cuanto a música, tiene melodías sencillas, que no destacan dentro del juego.
Conclusión
Angry Birds VR: Isle of Pigs es otro capítulo más en la vida de la franquicia de Rovio, pero que esta vez nos llega para realidad virtual de la mano de Resolution Games. Esta versión del exitoso juego nos propone de nuevo una batalla de pájaros contra cerdos pero esta vez desde un punto de vista tridimensional con la inmersión que produce la Realidad Virtual.
El juego se siente bien, es adictivo y muy divertido como en dispositivos móviles. Su principal problema es el escaso contenido del mismo, que con tan solo 52 niveles y no siendo una versión portátil, parezca que el juego se acaba en un suspiro. Esperamos que se cumpla lo que se promete, y que se amplíe el número de los mismos, ya que el precio de Angry Birds VR estaría bien ajustado para los niveles futuros.
Jugabilidad - 64%
Gráficos - 60%
Sonido - 50%
Confort - 80%
64%
Angry Birds VR: Isle of Pigs es otro capítulo más en la vida de la franquicia de Rovio pero que esta vez nos llega para realidad aumentada de la mano de Resolution Games. Esta versión del exitoso juego nos propone de nuevo una batalla de pájaros contra cerdos pero esta vez desde un punto de vista tridimensional con la inmersión que produce la Realidad Virtual. El juego se siente bien, es adictivo y muy divertido como en dispositivos móviles.Su principal problema es el escaso contenido del mismo, que con tan solo 52 niveles y no siendo una version portatil, parezca que el juego se acaba en un suspiro. Esperamos que se cumpla lo que se promete, y que se amplíe el número de los mismos, ya que el precio de Angry Birds VR estaria bien ajustado para los niveles fúturos.
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