Un pintoresco amor
Curiosas cosas especiales, pequeñas joyas, detalles sutiles, concentración de sensaciones, son términos que pueden encajar a la perfección con mucho videojuegos independientes de los que normalmente pasan por mis manos. Por ello, cuando se acumulan varias de estas, cómo es el caso que os traigo en este texto, no puedo dejar mostraros y daros a conocer mis sensaciones y valoraciones que obras artísticas como esté de Behing the Frame ha sido capaz de desplegar ante mis ojos, gracias al buen hacer de la gente de la gente de Silver Lining Studio.
SENCILLA BELLEZAY es que la experiencia que nos acercan con este juego. Es de esas que suelen marcar al jugador, más por su belleza narrativa y artística, que por el propio concepto jugable en si. Por lo que ya os tenéis que estar haciendo a la idea que nos encontramos ante un juego con una clara tendencia hacia un contexto narrativo. Y donde una genial mezcla entre una película de animación, un aventura gráfica y un gran puzle de entorno, nos trae una preciosa historia que no deja indiferente.
Un juego que sabe diferenciar en todo momento sus variados potenciales. Empezando con un control sencillo, minimalista y realmente intuitivo. Que como ya os digo, nos lleva a formar parte de una constante narración en la que se intercalan momentos contemplativos del entorno que, son capaces de ponernos en contexto sobre dicha parte argumental. Permitiéndonos interactuar con algunos de ellos, cosa que nos lleva al otro punto bien diferenciado a la vez de bien integrado, que son los puzles o pequeños minijuegos de coloreo o pintura, que termina por dar variedad a la experiencia.
Unos puzles que son la otra base jugable de la aventura, como ya os he comentado. Donde su resolución es totalmente necesaria para seguir dando brío a la narrativa. Y que nos acerca siempre a la temática central de la pintura, y una intrigante historia a la que le buscamos respuesta.
Por cierto, curiosos son los momentos en los que uno no sabe qué hacer. Y sutiles detalles o pistas que riegan el escenario son la solución a ese posible bloqueo.
Nuestro diario y libro anotaciones es otro punto a destacar. Siendo un sitio donde iremos tomando notas, realizando dibujos, y consiguiendo pistas que nos serán muy útiles para la resolución de los diferentes puzles... especialmente el de nuestra vida.
En definitiva, una experiencia que nos lleva con simpleza entre diferentes zonas, momentos contemplativos, y puzles muy sencillos, en no mucho más allá de un par de preciosas horas de juego que dejan con ganas de más.
Sin lugar a duda el punto más interesante e importante de todo el juego es su historia y su forma de darle sentido. Una personal e intrigante historia que mezcla el amor, el trabajo, y la vida cotidiana. Que nos va emocionando y abriéndose ante nosotros con sutileza y mucho amor. Y que termina por dar sentido a un precioso guion. Unos bien tratados personajes. Y una consistencia narrativa realmente redonda.
La sencillez de los puzles es algo que echa algo por tierra la experiencia como juego. Aunque entiendo que para que la narrativa fluya no ha de haber demasiado bloque jugable.
Me he encontrado con algunos bug que me ha hecho reiniciar la partida ya que el juego no avanzaba.
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