Todo un año para recapacitar tras la salida de WW2, y es que el género FPS con la marca Call Of Duty por bandera comenzaba a entrar en barrena. Tras tantos años de casi dominio absoluto en el panorama de las consolas, en este último, se han juntado dos factores, un envejecimiento natural de la saga con necesidad imperiosa de renovación, y ese fenómeno de masas llamado Fortnite que ha arrasado dejando un páramo con vistas desoladoras para el resto de competidores.
Para este año los rumores venían pegando fuerte, se daba por hecha la llegada del cuarto título de la sub-saga Black Ops, a cuya tercera parte se le guarda gran estima por parte del seguidor del buque insignia de Activision. Una vez confirmado el título vendrían las sorpresas, de ambos tintes, por una parte, la desarrolladora había decidido dejar al título sin su siempre asombroso modo campaña, todo en pos de lograr un mayor rendimiento en sus modos estrella, el multijugador y zombies. Pero no quedaría en eso el anuncio, por primera vez en la franquicia, y en vista del arrasador éxito en otros títulos, COD sacaría su propio modo Battle Royale, Blackout hace un mix de mapitas populares en un gran mapeado al que nos tiraremos desde un avión, el final de la historia ya lo conocemos.
ANÁLISIS
VERSIÓN DISPONIBLE
XBOX ONE – PS4 – PC
VERSIÓN ANALIZADA
PS4
DESARROLLADOR
TREYARCH
DISTRIBUIDOR
ACTIVISION
VALORACIÓN
9
NUESTRA FORMA DE VALORAR LOS JUEGOS
El renacer
Si, sabemos que este año no tendremos un modo campaña con el que tirarnos de los pelos en su dificultad veterana, pero tampoco podremos sentir esa adrenalina que sentimos con los juegos de esta serie, no lo podemos negar, los estudios encargados de Call Of Duty imprimían un carácter cinematográfico que los hacia muy disfrutables, Modern Warfare o el primer Black Ops dan toda su fe, con guiños a muchas películas bélicas de gran renombre. Sin duda una gran pérdida.
En su lugar, solo quedan que nos cuenten las historias de los especialistas ya conocidos, Seraph, Battery, Ruin… Cada uno con sus estilos para que escojamos la que más se amolde a nosotros y nuestra forma de jugar.
La pérdida de modo historia es un lastre, es algo obvio, pero en absoluto habrá sido un paso en falso, se hacía para dar prioridad al multijugador, dar un juego más sólido a sus seguidores y, además, añadirnos un Battle Royale que merece ser desgranado en solitario.
Aspirante
Desde luego el anuncio del nuevo modo Blackout no cogía de sorpresa, al menos no del todo. Las bestialidades de números que andaba manejando el título de Epic Games, Fortnite, hacía del Battle Royale un objetivo prioritario para Activision, y como dice el dicho: “Renovarse o morir” le venía que ni pintado a la saga.
Los pasos en las oficinas de Treyarch han sido los lógicos, han cogido el producto que hay en la calle y han intentado llevarlo a su terreno, con las herramientas de las que dispone la saga COD desde hace años. Meter un título cuyo carácter principal es el frenetismo en un mapa de dimensiones titánicas no ha sido tarea fácil, y cuando lo estás jugando lo notas, se percibe que estás en un juego distinto, la movilidad, los disparos y la forma de correr y movernos es fiel, lo que cambia es la manera de jugar, una partida de muchos minutos en los que quizás no te cruces con nadie, solo te dediques a limpiar el mapa para recoger munición, armas mejores o algún que otro escudo que pueda salvarnos la vida de un balazo directo.
La gran verdad de todo esto es, que mirando el modo Blackout con el prisma más objetivo posible, nos encontramos ante un modo que no solo marca un antes y un después en la saga de Activision, también nos brinda un competidor directo al título de Epic Games, mención aparte a Player Unknown´s Battlegrounds, del que COD bebe directamente habiendo detectado muchos errores de este y presentándonos una versión mejorada.
Multijugador a la antigua usanza
Precisamente con el modo multijugador original sucede algo paradójico, lo que la comunidad venía pidiendo era volver a las raíces, volver al Big Bang donde todo este espectáculo surgió, volver, pero con la experiencia absorbida hasta ahora.
Ya en WW2 hemos vivido un pequeño atisbo esperanzador para la saga, cuando el mismísimo Michael Condrey hacía de representante y mediador, manejaba todo el Feedback que reportaba la comunidad y en un principio parecía escuchar todas las premisas para traernos un mutijugador sin fisuras, al final todo quedo un poco descolgado debido a la masiva espantada al juego de moda. Aquí y ahora, Black Ops IIII (con cuatro palitos, sí) nos brinda algo bastante cercano, por no decir “clavado”, a lo que venía pidiendo el usuario medio. Directo, sencillo, rápido, adictivo… con cambios pero sin matar moscas en el aire.
La inclusión del modo “Atraco” es uno de estos cambios reseñables. Un modo que coge las bases del ya conocido Buscar y destruir, que retocado con mimo presenta otro modo de muerte sin respawn pero con opción a revivir a compañeros si estos no han sido machados una vez estén de rodillas en el suelo, y todo, mientras un equipo y otro buscan hacerse con una bolsa de dinero que se sitúa en un lugar céntrico del mapa, para posteriormente llevarlo a un punto de extracción y así poder ganar la ronda. De igual modo, matar al equipo rival al completo es otra manera de ganar partidas, y gran porcentaje de ellas acaban así, con la tensión que ello conlleva.
La nueva forma en la que Treyarch ha concebido el juego, con clases tan personalizables y distintos recursos que cambian un poco el gameplay no hace más que sorprendernos a cada partida, y refrescarnos de esta manera una saga que tanto gustaba y que se encontraba bajo mínimos. El chaleco antibalas, que te genera una pequeña dosis de vida, y los jeringazos que nos metemos para recuperarnos puesto que han eliminado la regeneración de vida automática dan lugar a situaciones más inverosímiles que nunca.
Sin muchas vueltas más que darle, volvemos a retomar un modo de una saga tan seguida de la mejor manera, con la compañía escuchando a sus usuarios y dándole de eso que tanto buscan, de esta forma se ha conseguido un producto robusto y firme candidato a ser el ladrón de horas de turno.
Kino der Toten
Un título haciendo referencia a uno de los mapas más emblemáticos de la saga zombie de Call Of Duty. Se empezaba a vislumbrar todo lo que podía ofrecer este modo de juego, con tantos easter eggs por descubrir y tantos recovecos por destripar, como saber dónde aparecería la caja misteriosa en la siguiente ronda.
Con este pequeño repaso no hacemos más que tocar un poco de fibra sensible para mencionar que los Zombies son muertos, pero están más vivos que nunca. El hilo argumental que va adoptando el modo, el refinamiento de mapas y el nivel de easter eggs da derecho a este modo a soñar con ser un juego a parte, Activision ha demostrado sin duda el buen hacer que ha exigido a sus estudios con este modo, convirtiéndose así en un estandarte dentro de la marca COD.
NUESTRA OPINIÓN FINAL
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Black Ops está de regreso con su cuarta entrega, sin modo campaña sí, pero con razones suficientes y de peso para ser valorado como uno de los mejores CODs de la generación, sin duda alguna estamos ante un producto muy completo y con muchas horas de juego por delante para todos aquellos amantes del multijugador.
Bien es verdad que muchos jugadores hemos disfrutado de su narrativa, precisamente la historia que llevaba la sub saga Black Ops era bastante interesante y bien contada, pero han decido dar un paso hacia el lado del multijugador online, cosa que de momento parece una decisión acertada para dar así un producto más longevo a sus usuarios, ya iremos como va avanzando la cosa.
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