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Análisis Dark Souls Remastered – Saluda de nuevo al Sol

Publicado el 02 junio 2018 por Jorge Farinós Ibáñez @Living_PS

Análisis Dark Souls Remastered – Saluda de nuevo al Sol

Casi siete años han pasado desde el lanzamiento de la entrega original de From Software con Dark Souls, que tras Demon’s Souls llegó para consolidar un género que la propia desarrolladora ha instaurado y ha creado escuela, siendo ahora un género en sí mismo donde incluso más desarrolladoras se han atrevido a crear su propia propuesta tomando esta base jugable. Y aunque llegó por sorpresa de todos, era de esperar que tras el éxito de Bloodborne y de Dark Souls 3, la casa trajera remasterizada la primera entrega con Dark Souls Remastered para que tanto los fans del género como los nuevos jugadores que no disfrutaron de la oportunidad en su momento puedan comprobar por sí mismos si esta primera entrega ha envejecido bien, a pesar de que han pasado pocos años.

Y tras meternos de lleno de nuevo en el reino de Lordran, estamos preparados para traeros nuestras impresiones y crítica de Dark Souls Remastered, donde después de morir, morir, morir, y otra vez morir, volvemos a los orígenes de la saga con esta remasterización que llega adaptando la resolución, iluminación y apartado técnico al nivel de la actual generación de consolas. Dejar atrás vuestra humanidad y adentraos con nosotros y comprobemos juntos si a pesar de los años, el título nos sigue cautivando y enganchando como el primer día.

Análisis Dark Souls Remastered – Saluda de nuevo al Sol

Y entonces llegó el fuego

Antes de nada, mencionar que esta remasterización hace que Dark Souls Remastered continúe tal cual llegó en su momento en cuanto a su jugabilidad e historia, manteniendo la esencia del mismo tal y como se lanzó allá por 2011, pero adaptando las texturas y gráficos al actual estándar que viene con esta generación de consolas, por lo que estamos ante el mismo juego que hace siete años. No obstante, vamos a abordar esta tan querida entrega como lo que es, una oportunidad de revivir nuestra aventura en las tierras de Lordran, pero con la mejora visual que lo acompaña.

Nos metemos de nuevo en las tierras de Lordran, para explorar esta antigua localización con su mismo diseño de niveles, mismos enemigos y jefes que tanto nos hicieron sudar en su momento, y que ahora nos harán de nuevo pasarlo igual de mal, y de bien, dado que la experiencia jugable a pesar de haber pasado los años, se sigue manteniendo tan joven como las últimas entregas creadas por From Software, por lo que si ya eres un veterano de la primera aventura de Dark Souls, Dark Souls Remastered te hará sentir de nuevo en casa, con la seguridad y confianza de saber dónde está cada arma, objeto y enemigo justo donde estaban hace  siete años.

Y como el diseño de niveles se mantiene impertérrito, lo mismo ocurre con su jugabilidad, que se mantiene tal cual, ofreciendo un desafío donde cada error nos puede costar muy caro, y aunque seamos veteranos en la saga, estaremos expuestos a que cualquier enemigo por débil que parezca, sea una auténtica amenaza si no controlamos bien el timing de nuestros movimientos y los del enemigo, por lo que habrá que estar atentos a esquivar, bloquear y parar cada movimiento enemigo para así dar nuestro golpe de gracia, siempre y cuando nuestra barra de resistencia nos lo permita.

Análisis Dark Souls Remastered – Saluda de nuevo al Sol

No obstante, como estos apartados llegan tal cual estaban en su momento, hemos de decir que se nota el pasar de los años, no en jugabilidad, sino en lo tosco y rudimentario que eran estos en su momento y que si los comparamos con las actuales entregas de From Software, puede que Dark Souls Remastered no nos parezca todo un paseo, pero nada más lejos de la realidad, ya que pronto nos acomodaremos al tempo de los combates, acostumbrándonos sobre todo a las inmensas hitboxes que había en su momento, las cuales en varias ocasiones nos jugarán alguna que otra mala pasada.

Aun así, Dark Souls Remastered llega con alguna que otra mejora en lo que a gestión de objetos se refiere, ya que ahora tenemos la posibilidad de controlar o escoger la cantidad de objetos consumibles que queremos utilizar de una sola vez, algo que en la primera aventura no era posible, así que se acabó eso de consumir alma por alma. También tenemos un atajo en nuestro mando para acceder al primer objeto de nuestro inventario, así como nuevas funciones para las hogueras, como por ejemplo la posibilidad de poder intercambiar los Pactos que tenemos sin necesidad de visitar el personaje en cuestión.

Análisis Dark Souls Remastered – Saluda de nuevo al Sol

Y otra de las grandes mejoras donde sí se nota en esta remasterización es en el apartado multijugador de Dark Souls Remastered, donde si anteriormente teníamos disponibles un total de cuatro jugadores, es decir, nosotros, nuestro amigo y dos invasores, ahora las partidas alojaran hasta un máximo de seis jugadores, donde contaremos con nosotros y otros tres aliados junto con otros dos invasores. Un movimiento que en esta ocasión nos ha parecido un acierto por parte de la desarrolladora, ya que el hecho de disfrutar de esta característica estará totalmente de nuestra mano, ya que con la función de utilizar el objeto Dedo Reseco, un objeto que disponemos de él en la tienda desde el comienzo del juego, nos permite disfrutar de la propuesta original en línea si lo que queremos es revivir por completo la experiencia que disponíamos en su momento.

Ahora bien, andémonos con ojo, porque el tener la posibilidad de pedir ayuda a un amigo o de desconocidos a través del servidor, nos expone a ser invadidos, algo que si no somos muy expertos en el combate contra otros jugadores, es posible que descartemos en un principio hasta que nos hagamos de nuevo con el timing de los combates, o prefiramos disfrutar en una segunda vuelta al juego tras disfrutarlo por primera vez en esta generación solos. Aunque siempre podemos usar la opción de elegir la contraseña de nuestra partida para así permitir que sólo se una quien nosotros queremos que lo haga.

Es posible que para los conocedores de la saga no tenga ningún encanto, pero si no se pudo disfrutar del contenido Artorias of the Abyss, Dark Souls Remastered llega al completo, ofreciendo tanto la historia original del título, como la que viene acompañada de este contenido descargable que nos lleva a una nueva localización con sus propios jefes e historia.

Análisis Dark Souls Remastered – Saluda de nuevo al Sol

Apartado Técnico

Ahora toca hablar de aquello por lo cual Dark Souls Remastered llega a la actual generación de consolas, su rendimiento y apartado técnico. Como os comentamos, en cuanto a las texturas o gráficos utilizados en el mismo, estos no han sido retocados en su aspecto o densidad. Pero el título de From Software llega a Playstation 4 y a Playstation 4 Pro de la mejor forma posible, ofreciendo una experiencia que alcanza los 1080p o 1800p respectivamente (recordemos que en la anterior generación el título corría a una resolución de 720p).

No obstante donde más se nota esta remasterización es en su ejecución, ya que alcanza más que de sobra la tasa de fotogramas de 60 cuadros por segundo, estables y sostenibles en ambos dos hardwares, algo que resulta gratificante y necesario para que nuestra experiencia jugable sea la mejor posible, algo que hace que la imagen luzca realmente limpia, nítida y suave para disfrutar con detalle de todos los elementos que From Software ha vertido dentro de Lordran. También tenemos mejor filtrado de texturas, junto con algunos efectos de partículas y unos renovados sistemas de iluminación que hace que la base jugable de esta primera entrega sea todavía más cautivadora.

Y como ocurre con el concepto jugable de Dark Souls Remastered, la banda sonora llega exactamente igual que la entrega original, junto con los efectos de sonido y ambiente, que ayudan incluso a reconocer si al pasar una puerta o al doblar una esquina hay peligros acechándonos. Tal y como en su momento, esta remasterización llega completamente doblada al inglés y con todos los textos traducidos al castellano.

Análisis Dark Souls Remastered – Saluda de nuevo al Sol

Conclusiones

Respondiendo a la pregunta que dejábamos en el aire al principio, ¿es posible que tras el pasar de los años los títulos no sean capaces de mantener su esencia y mantenerse tan jóvenes como el primer día? En el caso de Dark Souls Remastered no podemos decir nada más que un rotundo sí. El título de From Software llega para reafirmar las bases de un género que ha creado escuela, demostrando que el pasar de los años no se resienten en él, donde las pequeñas novedades gráficas junto con un renovado apartado multijugador hacen que cada rincón de Lordran sea una confirmación de lo que ha sido uno de los mejores videojuegos de este siglo y de la historia, donde nos permite disfrutar, y sufrir a partes iguales, de cada una de las recompensas que encontramos a lo largo de toda la aventura. Además, si en su momento no has podido disfrutar del contenido descargable de Artorias of the Abyss, estamos ante el mejor momento para adquirir el título, que llega con una calidad técnica en consolas más que reseñable, sobre todo por el hecho de poder morir a unos espléndidos 60 fotogramas por segundo.

Hemos realizado esta review con una copia en formato físico proporcionada por Bandai Namco España

Jugabilidad - 95%
Gráficos - 90%
Sonido - 90%

92%

Dark Souls Remastered llega para reafirmar las bases de un género que ha creado escuela, demostrando que el pasar de los años no se resienten en él, donde las pequeñas novedades gráficas junto con un renovado apartado multijugador hacen que cada rincón de Lordran sea una confirmación de lo que ha sido uno de los mejores videojuegos de este siglo y de la historia, donde nos permite disfrutar, y sufrir a partes iguales, de cada una de las recompensas que encontramos a lo largo de toda la aventura. Además, si en su momento no has podido disfrutar del contenido descargable de Artorias of the Abyss, estamos ante el mejor momento para adquirir el título, que llega con una calidad técnica en consolas más que reseñable, sobre todo por el hecho de poder morir a unos espléndidos 60 fotogramas por segundo.

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