Con la licencia de la famosa franquicia Creed, spin-off de la saga de películas sobre Rocky Balboa, nos llega este arcade de boxeo dispuesto a ofrecernos diversión rápida y sin complicaciones.
Si algo se puede decir del título que nos ocupa es precisamente eso: es un título sencillo y directo que no se complica con propuestas o modos de juego que vayan más allá de lo imprescindible. En Big Rumble Boxing: Creed Champions tendremos a nuestra disposición a un buen puñado de boxeadores con características diferenciadas. Algunos de ellos son personajes creados para el juego y otros (como el propio Adonis Creed, Viktor Drago o los mismísimos Apollo y Rocky) serán parte de la leyenda de la saga.
Con ellos, una vez desbloqueados, pues no todos comienzan formando el plantel de luchadores a nuestra disposición, podremos afrontar peleas únicas en el modo Versus, en el que podremos jugar tanto contra la IA como contra otro jugador en la misma consola: sentimos o si alguien tenía esperanza de combatir online en torneos, o simplemente combates únicos, pero eso no sucederá.
Siguiendo los pasos de Adonis y Rocky
De cualquier forma, el modo principal del juego es el llamado Modo Aracade que nos pondrá en la piel de Adonis Creed. En este modo, y tras un entretenido tutorial en el que se nos enseñarán los controles mientras progresamos en sesiones de entrenamiento muy cinematográficas, iremos progresando a través de diferentes combates de dificultad creciente, y vertebrados con simples escenas (muy al estilo JRPG) en la que los personajes en 2D simplemente dialogarán contándonos la historia. Ni la forma ni el fondo nos han resultado demasiado atractivos, esa es la verdad. Aún así se agradece el esfuerzo por ofrecer algo más que meros combates.
Quizá el mayor atractivo de este modo sea ese incremento de dificultad y el pique para conseguir mejorar el uso de nuestros movimientos, bloqueos y esquivas para conseguir perseverar. Tampoco le sienta mal a la historia (bastante insulsa) que se nos narra, el carisma y la intrahistoria que los celebérrimos personajes aportan al conjunto.
Más lucha que boxeo
En ningún momento se oculta la intención 100% arcade de la jugabilidad que se nos propone, y eso es de agradecer. El título no busca acercarse a la simulación en ningún momento y nos propone una jugabilidad basada en un sencillo sistema de golpeo que consiste en la combinación de dos únicos botones (golpe “normal” y golpe “poderoso”) con el pad direccional, consiguiendo una diversidad poco eficaz pero vistosa de golpes inspirados en el boxeo (ganchos, directos, laterales…).
Y como no podía faltar en un juego meramente arcade, contaremos con un golpe cargado con el que desataremos una suerte de habilidad especial que hará brillar nuestros guantes al tiempo que impactan con fuerza inusitada sobre nuestro rival. Además de estas técnicas de ataques tendremos la posibilidad de bloquear los golpes del contrincante en dos alturas, y un botón para esquivar en cualquier dirección.
Apartado técnico
Desde luego no es el apartado técnico lo más atractivo del juego. Si bien el sonido acompaña con acierto la acción de los combates, y la épica música de la saga ayudará mucho a ello, es cierto que los gráficos no aportan gran cosa. El modelado poco realista era de prever, pero se hubiera agradecido algo más de mimo a la hora de aportar realismo en cuanto a los movimientos en los combates y cuidar más las texturas e iluminación de los púgiles.
En la parte positiva, hay que reconocer que se ofrece una decente variedad de escenarios y la mayoría de estos con un cuidado aceptable por los detalles, añadiendo muchos de ellos público, lo que aporta a los combates algo más de carga épica.
Conclusiones
Que nadie venga a este juego buscando un juego de boxeo. Lo que encontrará es un juego de lucha basado en el boxeo, pero mucho más similar a juegos arcade de lucha de toda la vida que a simuladores de boxeo como Fight Night. Es cierto que la sencillez lo hace perfectamente accesible a todo tipo de jugadores, pero serán los más casuales los que finalmente figuren como target para este título. Un jugador menos casual tendrá poco recorrido a los mandos de Big Rumble Boxing: Creed Champions.
El pobre apartado técnico tampoco resulta demasiado problemático teniendo en cuenta la ambición que proyecta el juego, por lo que si no eres demasiado exigente no dejes que esto te eche para atrás si todo lo que buscas es un juego de lucha asequible, que te ofrezca unas pocas horas de diversión con un amigo o en solitario. Eso sí, se hubiera agradecido algún modo de juego más o algo más de profundidad en el modo de juego Arcade, el principal del título.
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