Un mundo de transformaciones y misterios
Coridden, desarrollado por el estudio sueco Aftnareld y publicado por Anshar Publishing. Ha llegado a mi poder bajo la estela de ser es un juego de rol de acción que promete revolucionar el género con unas curiosas mecánicas donde las transformaciones en bestias y un innovador multijugador cooperativo tiene mucho que ver.
Así que tras tener la oportunidad de sumergirme en este mundo de ciencia ficción y fantasía, donde la línea entre humano y bestia se desdibuja. Os voy a dar a conocer a continuación todo lo que hay detrás este ambicioso proyecto indie.
¿De que va todo esto?
Coridden nos transporta a un universo postapocalíptico donde la ciudad de Aasha, rodeada por una barrera misteriosa durante siglos, es el epicentro de una trama llena de magia e intriga. En la que encarnamos a uno de los cuatro hermanos que, tras heredar unos guantes mágicos, adquieren la capacidad de transformarse en bestia s. Un poder que no solo es clave para combatir a enemigos corrompidos por un parásito llamado Coridden, sino también para explorar un mundo lleno de secretos y desafíos.
Todo bajo unos conceptos base de juego donde se combinan elementos de acción, exploración y rol, con un sistema de transformación, que sorprende y añade profundidad tanto al combate como a la progresión. Eso sí, como todo título, tiene sus luces y sombras, las cuales os cuento a continuación.
Los detalles más y menos interesantes
La mecánica de transformación
El corazón de Coridden es su sistema de transformación. Cosa que no se trata solo de un recurso estético; sino que cada forma bestial tiene habilidades únicas que afectan tanto al combate como a la exploración. Viendo como por ejemplo, la forma de lobo permite moverse rápidamente por el mapa, mientras que la de oso otorga una fuerza descomunal para romper obstáculos y derrotar enemigos poderosos. Estas mecánicas añade diferentes concepciones tácticas que nos invitan a experimentar y adaptarnos a cada situación.
Entrando aquí la parte rolera de estas, donde la subida de nivel, nos permite desbloquear habilidades y especializarnos en áreas como ataques eléctricos, fuego o venenosos. Una progresión paralela entre formas humanas y bestiales que es uno de los mayores aciertos del juego, ya que ofrece una sensación de crecimiento constante y personalización.
El modo cooperativo
El multijugador es uno de los puntos donde Coridden brilla con mayor intensidad. Hasta cuatro jugadores pueden unirse, ya sea localmente o en línea, para enfrentarse a los desafíos del juego. La posibilidad de montar sobre la espalda de un compañero transformado en bestia no solo es muy original y llamativo, sino que también añade una dinámica único al combate y la exploración.
Y es que el trabajo en equipo se siente natural y gratificante. Viendo como cada jugador puede asumir roles específicos, como soporte o tanque, haciendo que las habilidades se complementen de manera orgánica. Esto supone un enfoque cooperativo que aporta mucho aire fresco en un género que suele priorizar la experiencia en solitario.
Un combate de lo más dinámico, y su personalización
El sistema de combate es rápido, fluido, y por momentos, estratégico. Con hasta ocho habilidades activas (cuatro en forma humana y cuatro en bestial), donde deberemos dominar el ritmo de ataques, esquiva, y un ágil sistema de habilidades especiales. Especialmente destaca la transformación durante el combate. Siendo especialmente satisfactoria, y le da un toque de presión y variedad de combate, que no da ni un respiro a los enemigos.
La personalización también es destacable. Donde cuatro clases humanas totalmente customizables, están acompañados de siete maestrías bestiales. Y es que Coridden ofrece una libertad encomiable para crear un estilo de juego único. Destacando en este punto la variedad de armas, armaduras y núcleos de bestias, que aseguran que cada partida sea diferente.
Diseño de misiones monótono
Uno de los mayores puntos débiles de Coridden es su diseño de misiones. Y es que aunque la exploración y el combate son divertidos, las tareas secundarias suelen reducirse a derrotar enemigos, recolectar objetos, o defender ubicaciones. Una falta de variedad se hace evidente tras unas horas de juego, lo que puede resultar tedioso para muchos jugadores.
Y es que sinceramente es una lástima, ya que el potencial narrativo y mecánico del juego no se aprovecha al máximo por culpa de este aspecto. Por ello, me hubiera gustado un mayor enfoque en misiones que integren la transformación y la cooperación, cosa que habría elevado la experiencia a otro nivel.
Problemas técnicos y de claridad visual
Aunque los gráficos de Coridden son bastante llamativos, con entornos cuidados y llenos de magia. Hay que reconocer que el juego sufre de algunos problemas técnicos, especialmente en lo que a caída de frames se refiere, especialmente en ciertas áreas, cosa que afecta la fluidez de la experiencia.
Además, también me he topado con un engorro visual durante los combates más caóticos, donde la unión de los efectos de habilidades elementales, como fuego o rayos, se superponen y dificultan la distinción entre ataques aliados y enemigos en momentos tan importantes para un juego del tipo que es.
En conclusión, Coridden es un juego que logra destacar en un género saturado gracias a su mecánica de transformación, su enfoque cooperativo y su sistema de combate dinámico. Y es que la gente de Aftnareld ha demostrado ambición y creatividad a la hora de fusionar elementos de ciencia ficción y fantasía con una jugabilidad que se hace accesible, divertida e incluso por momentos innovador.
Sin embargo, he sufrido que las misiones me resultan repetitivas y los problemas técnicos empañan una experiencia que, por lo demás, es bastante sólida. y entretenida.
En definitiva, si buscas una aventura que combine acción, exploración y cooperación con un toque bestial, Coridden es una opción que vale la pena disfrutar con mucha paciencia y con algún que otro compañero de confianza.