Sobreviviendo a la hostelería del shusi
Sinceramente no me podía creer a lo que andaba jugando... y es que mi mente explotaba cuando comenzaba a interiorizar de qué iba todo aquello que me estaba trasladando al fondo del mar, a un pixelado muy clásico, y a un bareto donde se vendía sushi. Estaba entrando en Dave the Diver para goce y disfrute de mi persona.
Una curiosísima experiencia indie de esas que no te ves venir. Y que aquí os traigo para que no la perdáis de vista. Ya que la aventura merece cada segundo y céntimo que invirtáis en ella, por un buen montón de pequeños matices que os voy a contar.
Toca empezar a explicar lo que nos tiene escondido este juego. Y es que detrás de u no de los conceptos más locos que te puedas esperar de que lleguen en forma de videojuego, aparece este Dave The Diver. Ya que este nos mete en el papel de un señor el cual le da por montar un bar de sushi, y el mismo auto abastecerse de los productos que va a necesitar para que éste triunfe. Por lo que nos toca ser pescadores y submarinistas de día, y restaurador de noche
Un juego que en inicio se plantea como un roguelike. En el que tendremos que ir consiguiendo una serie de objetivos pesqueros sin morir en el intento. Siempre armado con nuestro magnífico arpón, para posteriormente ir avanzando en diferentes métodos de pesca que nos ayuden a seguir aumentando la carta de nuestro restaurante.
Unas zambullidas que nos llevarán a unos escenarios generados de forma aleatoria. Donde la acción, los puzles y la exploración en busca de recursos, se saben mezclar bajo un muy bien tratado control. Que a base de dichas mejoras que os he nombrado, iremos potenciando con nuevos equipos y cualidades para que nos hagan más potentes, aumenten las capacidades de carga, o se hagan más apropiadas para llegar a mayores profundidades gracias a mejoras en nuestro oxígeno, llevándonos al conociendo nuevas especies que poder incluir en el menú.
Unas especies marinas muy bien diferenciadas. Con cantidad de cualidades y características que nos hacen plantearnos cómo enfrentarnos a cada situación según los medios que poseamos. Y que pese a ser un juego relativamente tranquilo, sí nos va a tener siempre con las orejas de punta esperando a ver que se nos puede aparecer, cómo reaccionar a ello, y como gestionar nuestro equipo según con lo que nos topemos. Todo ello con un sistema de combate bastante sencillo. Siendo especialmente relevante la lucha contra grandes peces. Subrayando cómo es curioso sus variaciones en la dificultad, ya que esta va a variar muchísimo según las elecciones de equipo que tomemos antes de sumergirnos, por lo que un mal planteamiento nos puede costar caro.
Llega el momento de salir del agua. Y tomar con ello las riendas de la otra parte del juego, y el motivo por el que nos la jugamos en los fondos marinos. Toca empezar a gestionar nuestro bar. Siendo aquí cuando ya nuestra mente explota por el cambio tan potente de concepto. Y más cuando veo que le da tan buen trato, y le queda tan bien a sus mecánicas roguelike, ya que le da mucho sentido a su repetitividad.
Un negocio que tenemos que llevar adelante desde lo más básico y austero, hasta conseguir hacer de este un restaurante de postín. Donde deberemos gestionar los recursos capturados, mantener el bar adecentado y coqueto para que los clientes vengan, plantear el trabajo y los diferentes menús, y en general, darle vida a nuestro restaurante para que podamos conseguir vivir de este particular negocio culinario.
Pero no os penséis que esto es un clásico juego de gestión o de capturas de peces. Aquí nos acercamos al mundillo en forma de c uriosos minijuegos y retos tremendamente alocados, que no os quiero destripar para que os sorprendan y os saquen una buena sonrisa. Cosa de lo que se encarga también una narrativa que se sabe entrelazar con las bases jugables que se nos plantean, el mundo al que se nos acerca, y una serie de personajes y clientes que consiguen poner el punto de locura a una historia particular donde las haya.
Por último, deciros que el juego puede durar, a nivel de historia, en torno a la quincena de horas. Aunque siempre lo podremos alargar más a base de hacer misiones y gestiones. Las cuales por cierto hacen que la mecánica jugable cambie totalmente, y con ello su dificultad. Llevándonos a que pasemos de momentos divertidísimos, a otros que no sabremos muy bien qué es lo que está sucediendo. Pero siempre bajo ese punto de genialidad.
APARTADO TÉCNICO
Desde el punto de vista técnico este derrocha una personalidad única. Plasmando en pantalla un curioso apartado visual pixelado, con ciertos matices de otras técnicas. Que nos hace concebir de forma muy particular, su mundo, y unos personajes llenos de carisma y vida. Todo ello bien acompañados por curiosos decorados, y una ambientación sonora que le da mucho ritmo, y contexto a la acción y a cada situación.