Análisis de Fall of Porcupine

Los problemas del sistema sanitario

No me esperaba para nada lo que me venía a encontrar con Fall of Porcupine. Y es que hay juegos que te sorprenden por muchas cosas, pero cuando esto forma parte de la propia narrativa del juego es algo que me apasiona.

Y es que el juego desarrollado por el estudio Critical Rabbit en colaboración con la editora Assemble Entertainment. Me ha planteado una encantadora y particular aventura, que me ha sumergido en la vida de un pequeño pueblo y su sistema de salud. La cual os aseguro que no me ha dejado para nada indiferente en lo que a su mensaje se refiere. Así que no dudéis en darle una oportunidad, porque me he encontrado con otros muchos detalles que hacen de Fall of Porcupine una experiencia que no puedo dejar de recomendar.

Entrando ya en el análisis. Deciros que este nos acerca a una aventura muy bien guionizada. Que a lo largo de unos pocos capítulos nos acerca a una serie de historias muy íntimas y personales, pequeñas situaciones irreverentes, y unos particulares minijuegos que nos embarcan en un viaje lleno de emociones, junto a sus entrañables residentes.

Fall of Porcupine nos pone y nos mete de lleno en la vida de Finley. Una paloma que se traslada a la ciudad con destino al hospital de St. Ursula's, tras haberse graduado en la escuela de medicina. Empezando toda la historia tiempo después de este traslado, y tras haber tenido una baja laboral a causa de la persecución de un paciente en el hospital.

"El sistema sanitario tiene sus taras"

Como ya leéis, el juego basa su potencial en la narrativa. Logrando mezclar la vida simple y agradable de un pequeño pueblo, con otros temas más oscuros y surrealistas con los que os iréis topando. Planteando diferentes, interesantes, y particulares historias, que nos hacen conocer desde la vida y pensamientos de los habitantes del pueblo, hasta nuestra forma de llevar nuestro trabajo adelante. Todo ello bajo esa crítica social a un sistema sanitario que no termina de funcionar todo lo bien que uno desearía. Eso sí, con un ritmo narrativo tiene demasiados altibajos en su estructura y tempos, por lo que os va a costar adaptaros a él.

Una aventura que toma una estructura capitular, que se desarrolla a lo largo de varios días y noches. Donde su jugabilidad se desarrolla bajo un esquema bidimensional en el que tomamos el control de nuestra amigo Finley. Dividiendo los días de este, entre sus turnos en el hospital, y los momentos de ocio en los que podremos aprovechar nuestra vida para estar con nuestros amigos y conocer mejor el ambiente de la zona.

En el turno de hospital, se nos asignan una serie de pacientes a los que deben atender. Lo que da lugar a una amplia variedad de curiosos y desafiantes minijuegos. Un turno que empieza examinando a cada paciente. Momento en el que empiezas a encontrarte con casos de todo tipo, bajo esa clara prisa narrativa que envuelve a todo el juego. Que se irán mezclando de forma muy divertida a la hora de darle solución, ya que para ello tendremos que superar puzzles, retos y acertijos, que los conciben casi en formato minijuego. La verdad es que algunos están más inspirados que otros. Pero ya os digo que aquí es más interesante el trasfondo que el minijuego en sí.

Como punto curioso, recibiremos una calificación por las tareas diarias. Reflejando el rendimiento y el buen hacer, bajo una evaluación de nuestro jefe del turno. Así que hay que intentar hacer las cosas lo mejor posible.

"Variados y simples minijuegos"

Una vez terminado el turno de trabajo, toca entrar en el tiempo libre. El cual se reserva para explorar Porcupine y los parajes cercanos, en compañía de los amigos. Quienes, como es de esperar, son parte directa de la narrativa y vida de nuestro personaje. Poniendo sobre el papel personajes muy peculiares y llamativos. Que nos dan una perspectiva de la sociedad que nos rodea. Introduciendo también una serie de minijuegos culinarios, plataformeros, deportivos, o grandes caminatas, que me han parecido más divertidas que en la parte del trabajo.

En definitiva, una variedad de situaciones tanto laborales como de ocio que hacen que las casi ocho horas que dura experiencia nos mantengamos atentos conociendo las calles del pueblo, el carácter y el hábitat de los personajes antropomórficos que lo habitan, y descubriendo como hay mucho más en la ciudad y en sus residentes de lo que parece a simple vista.

APARTADO TÉCNICO

Fall of Porcupine presenta un estilo visual realmente precioso. Con una estética de dibujo a mano muy pintoresca y con bonitos detalles. Donde los escenarios están bellamente diseñados, capturando la esencia de un pequeño pueblo y los bosques circundantes. Los personajes antropomórficos tienen unas animaciones suaves y expresivas, lo que les otorga personalidad y vida. Además, el juego hace un uso de unos preciosos, cálidos y otoñales colores, que crean una atmósfera acogedora y melancólica. Sabiéndose rodear de una preciosa ambientación, con una sutil musicalidad, y una traducción al español correcta, aunque mejorable, que acompaña y cierra un apartado técnico muy bien acabado.