Mirando siempre hacia arriba
A lo largo de la historia del videojuego ha habido ciertos juegos que nos han marcado a todos por ser capaces de transmitir sensaciones de todo tipo utilizando la concepción jugable y narrativa de la sustracción.
Por ello no he querido dejar de traeros este sobresaliente juego llamado Jusant, que bajo el desarrollo de ese minimalista concepto me ha trasladado a una genial experiencia que va a ser compleja de explicar, pero ya os aseguro, que una delicia de vivir.
Inmersión narrativa minimalista
Este texto lo quiero empezar poniendo un poco en contexto una de esas narrativas únicas y particulares. Donde los sentidos nos van a ir llevando por un cúmulo de sensaciones únicas, que pocas veces se consiguen representar con tanto cuidado y mimo. Una historia que gracias a la soledad, al silencio, a pequeños matices sonoros, y a ciertos documentos de terceras personas, se nos va a ir describiendo no sólo nuestro objetivo final, sino el porque de todo lo que nos rodea.
Un entorno que tampoco deja de hablarnos con su potencia visual, con sus zonas anteriormente pobladas, y sobre todo con una subida donde el joven y su pequeño ser acompañante nos va a poner los pelos de punta bajo una sustracción y minimalismo realmente maravilloso.
Puntos más interesantes que nos aporta jugablemente
Jugablemente Jusant es otra cosa única dentro de una sencillez exquisita. Un juego donde nuestro objetivo es subir y subir. Hacia un objetivo nada claro en principio, pero que sin saber porque no podemos dejar de seguir sin mirar a atrás.
Una aventura con esa importancia narrativa contextual. Donde ciertos matices de exploración, un concepto plataformero, y un sistema de escalada por puntos que se vuelve totalmente un gran puzle de entorno, y en el que se basa gran parte del concepto base del juego.
Una escalada que se concentra en varios puntos a tener en cuenta. Por un lado, esa capacidad de agarrarnos a puntos concretos del escenario, que nos va a servir como un camino vertical. Donde diferentes bifurcaciones nos van a permitir variar ciertas rutas. Por otro lado, está nuestro sistema de enganche, fijaciones y cuerda. En el que podremos tomar puntos de sujección tanto principales como intermedios. Que nos permiten no solo no caernos, sino que además nos llevan a posibilidades de balanceos o carreras por las paredes, que serán necesarias para llegar a otras zonas. Y que le dan mucha movilidad a la vez de seguridad a la escalada. Aunque también con ciertas limitaciones en cuanto a cantidad de cuerda y puntos a usar.
Y por último, muy importante, y quizás el punto que tensa más la experiencia. No es otro que la resistencia del chico. La cual mediante una barra de energía se nos irá indicando. Y que una vez pasados los pies en el suelo o llegado a puntos de ciertos puntos de escalada se nos recupera por completo. Siendo muy curioso cómo influyen en su desgaste los esfuerzos o el propio entorno. Y dónde momentos de estiramiento y descarga nos darán cierta recuperación en momentos donde no podamos posar nuestros pies.
Todo ello bajo un control bastante ágil y preciso. Que me ha sorprendido por lo bien tratado que está a nivel de físicas. Habiéndome encontrado con muy pocos momentos donde estas hayan fallado o hecho cosas extrañas.
Por otro lado, y como ya os digo, la exploración es importante especialmente a nivel narrativo. Ya que nos permite encontrar pinturas, cartas, documentos, pequeños montones de piedras, puntos donde escuchar el eco del sonido que había en la zona cuando tenía vida, y en general, coleccionables interesante y llenos de narrativas intenciones.
Un juego que a nivel de duración se nos puede ir a unas cuatro horas si somos curiosos. Y que sin demasiada dificultad vamos a completar bajo ese cúmulo de sensaciones que nos dejan totalmente ensimismado y faltó de más y más bajo una experiencia tan única.
Conclusión
En definitiva, y cerrando este análisis de Jusant. Os tengo que decir que hacía mucho tiempo que no tenía estás sensaciones de soledad, abstracción y belleza ante un videojuego. Y es que e s complejo de explicar con palabras lo que uno siente dentro de una aventura de este calado.
Jusant es un juego que se agarra a ti, y no te deja marchar hasta que llegas a entender el porqué de esa subida. Una aventura única, particular, y necesaria de jugar por todo aquel que tenga ganas de sentir porque el videojuego es puro arte.