Revista Cine
Análisis de los candidatos a los Emmy: Mejor actor de comedia
Publicado el 28 agosto 2010 por Lapalomitamecanica¿El año del friki?
Steve Carell (The Office)
Los Emmy no se han portado bien ni con Carell ni con The Office y para colmo en esta ocasión el propio actor se ha boicoteado. Hace unos meses dijo que aunque su intención es dejar la serie tras la próxima temporada si gana el Emmy se sentirá en cierto modo obligado a continuar. Por ello ha enviado como capítulo a concurso uno de sus peores trabajos del año. (cada serie o actor manda una pequeña muestra a analizar, no las temporadas enteras). El año que viene si o si.
Tony Shalhoub (Monk) Por aquí puede que os suene más como uno de los marcianos de Men In Black pero Shalhoub es ya una institución detectivesca gracias a Monk al nivel de Colombo, la señora Fletcher e incluso la versión en movimiento del clásico Poirot. El personaje le ha dado 3 Emmys hasta la fecha al actor y aunque este año su trabajo no ha sido especialmente relevante eso con Shalhoub no significa nada. Siempre está excelente y siempre puede ganar.
Larry David (Curb Your Enthusiasm)
Si dependiera de un servidor Larry David se hubiera llevado un Emmy por cada una de las 7 temporadas de este spin-off camuflado de Seinfeld. Pero claro, interpretarse a uno mismo no tiene demasiado mérito, ¿Verdad?
Nuestra apuesta: Alec Baldwin (30 Rock)
Ha ganado los dos últimos años y no hay razón para que no repita. 30 Rock sigue siendo la comedia mejor valorada por la crítica estadounidense y lo cierto es que sus protagonistas cada vez lo hacen mejor. ¿El mayor obstáculo de Baldwin? Lo tenéis a continuación.
Jim Parsons (Big Bang Theory)
Desde la primera temporada Sheldon se convirtió en el personaje estrella de la serie. Con el paso de los años no sólo se ha vuelto el eje absoluto de la acción sino que ha terminado por convertirse en lo único que hace potable Big Bang Theory. Por llevar todo ese peso sobre sus hombros y además de una forma tan digna Parsons se merece todos los premios del mundo. Además la serie ya huele a quemado desde lejos y esta podría ser la última oportunidad para reconocer su labor sin que rechine demasiado.
Matthew Morrison (Glee)
Una bolsa de pipas y a casa.