Mortal Shell logra su cometido creando un juego inspirado en la saga ‘Souls’, y a su vez, lo suficientemente diferenciado para no pensar en ello durante tu partida.
A pesar de todos los diferentes títulos que salen al año inspirados en la obra de Hidetaka Miyazaki, pocos son los que consiguen traer a nuestras pantallas, nuevas mecánicas y características que nos ayuden a diferenciarlo de un simple copia y pega.
En el caso de Mortal Shell, pese a estar obviamente inspirado por títulos como Dark Souls, Cold Symmetry ha instaurado una serie de pautas y opciones jugables, que lo diferencian y enriquecen respecto a la saga citada anteriormente.
Una jugabilidad que, aunque a veces brusca, dispone de múltiples características originales.
Nada más comenzar el juego, podemos observar durante el tutorial, una de las mecánicas más importantes de Mortal Shell. La habilidad de endurecerse al estilo Metapod. Esta habilidad ‘que cuenta con un cooldown de unos segundos’, permite al personaje fortalecerse de tal manera que los enemigos no pueden hacerle ningún tipo de daño. Además del cooldown que presenta la habilidad, cualquier ataque que proyecte el enemigo contra ti, romperá la capa protectora, lo que le vuelve a dar la oportunidad de asestarte de nuevo sus golpes.
Otras características referidas a la jugabilidad, que diferencian al título de otros juegos de la misma índole, son los diferentes estilos que el jugador puede desarrollar durante la partida. Esto, no es otra cosa, que la posibilidad de manejar hasta cuatro ”diferentes personajes”, o como se llaman en Mortal Shell, receptáculos (os contaremos más sobre ellos más adelante).
Una de las cosas más curiosas del juego, es la familiaridad de los objetos. Todos, absolutamente todos los objetos ‘consumibles’, presentan esta característica. ¿De qué se trata? Pues de que cada vez que consumas o uses un objeto, te familiarizarás más con él (hasta un tope). Parece algo nada redundante pero creedme que lo es. La descripción, el uso y las ventajas o inconvenientes que el objeto pueda presentar, son desconocidas hasta que el jugador no lo consuma y se familiarice. Cuando llegas al máximo de familiaridad, puedes consiguir alguna ‘ventaja’ de lo más útil.
Sistema de niveles y receptáculos.
En Mortal Shell no existe el sistema de niveles como tal. Para suplirlo, lo que existe es una rama de habilidades y de mejora de armas, que junto a ciertas pasivas y otras habilidades más especiales como la de endurecerse, consiguen un sistema de daño vs aguante bastante equilibrado.
Para avanzar por la rama de habilidades de cada personaje, (sí, cada uno tiene su propia rama) necesitas alimentarte de Tar y Vestigios. El primero de ellos es un equivalente a las almas de los Souls. Al derrotar a un enemigo, este soltará una cantidad de almas dependiendo de la dificultad del mismo. Los vestigios son un poco diferentes. Pese a que también puedes conseguirlos derrotando a diferentes enemigos, son los bosses los que suelen darte una mayor cantidad. También podrás encontrar consumibles de vestigios en zonas secretas, cofres o eliminando a ciertos enemigos.
Las habilidades no solo te proporcionan mejoras y nuevos ataques, sino que te trasmiten muchos conocimientos acerca del lore de los receptáculos. Los receptáculos son las diferentes carcasas que el personaje puede manejar. Nosotros, de primeras, somos un ser débil e insignificante, pero dejamos de serlo en el momento que absorbemos la esencia de estas ‘armaduras’ y comenzamos a habitar en ellas.
Como comenté antes, cada receptáculo tiene su propia rama de habilidades, algunas comunes y otras propias. Pero esto no es lo más destacado de ellos. Cada vez que desbloqueas alguna habilidad nueva, el juego te muestra un pequeño díalogo con información acerca del lore del personaje. Esta es una de las pocas formas de indagar en la historia de Mortal Shell.
Para cambiar entre nuestros diferentes receptáculos existen dos métodos:
– A través de unos curiosos consumibles que puedes utilizar en cualquier momento de tu viaje.
– En una zona concreta del mapa donde tienes la posibilidad de elegir entre los distintos tipos de personajes y armas. Algo así como la base principal.
Tipos de armas, parry y bosses.
Al igual que con los receptáculos, disponemos de cuatro tipos de armas distintas. Estas se consiguen realizando pruebas en diferentes zonas del mapeado. Las armas no están vinculadas a ninguno de estos, con lo que cada uno puede llevar cualquiera de las cuatro.
Para la mejora de estas, disponemos de una mesa de trabajo, en la que con objetos (diferentes en cada arma) podremos aprender nuevos movimientos o desarrollar algunas características en ellas.
Como en cualquier juego de este estilo, existe la técnica denominada ‘parry‘. En el caso de Mortal Shell, el parry es algo diferente con respecto a otros títulos. Cierto personaje nos da un sello con el que podremos realizarlo de una manera eficiente. Bueno, no tan eficiente, pues necesitaremos ‘determinación’ para realizarlo de una forma efectiva. A medida que avances en el juego, podrás desbloquear ciertas ‘pasivas’ vinculadas al parry.
Los bosses y minibosses tienen un estilo y diseño bastante decente. Incluso algunos tienen unos ataques muy originales que te sorprenden al verlos. El problema es que al seguir siempre los mismos patrones, más el hecho de lo rota que está la habilidad de endurecerse, la dificultad de estos está un poco mermada. Si es verdad que puede que te lleven un par de intentos, o incluso que te atasques en alguno de ellos, pero lo más probable es que en dos intentos le pilles el patrón, y que a base de endurecerte, lo hagas caer de forma fácil.
Esto sobretodo lo noté en uno de los bosses que se suponen ‘principales’, cuando en el primer intento le destrocé con solo endurecerme, y atacarle en ráfagas de 5 golpes. Puede tener que ver el hecho de que el título sea de libre movimiento, y en el que el orden de los bosses sea el que tu decidas y no el delineado por los desarrolladores. En mi caso, me enfreté a este boss en mi late-game, con el arma prácticamente al máximo de su poder.
Una ambientación cambiante.
La ambientación del juego está bien llevada con respecto al tamaño del mismo. Aunque si que es cierto que el diseño de escenarios queda un poco pobre al lado del de otros títulos del género.
La mayoría del tiempo lo pasarás en una especie de bosque que está conectado con la mayoría de las zonas a través de túneles. Estos túneles, sirven de zonas de ‘carga del mapeado’, para así evitarse las típicas pantallas aburridas de carga.
Además, disponemos de otras zonas bien definidas y con un estilo muy diferente al del bosque. Os contaría más sobre ellas pero es mejor que la descubráis vosotros y alucinéis con ellas (sobretodo con una).
Hay zonas que visualmente son preciosas. Con su bonita iluminación, sus destellos y su capacidad envolvente… Mortal Shell se ve bastante mejor de lo que yo pensaba la primera vez que pude verlo.
Lo que más destaca en este ámbito es que la ambientación del juego es cambiante. No puedo hablar demasiado de ello sin entrar en spoilers, pero cuando terminéis de pelear contra los bosses ‘importantes’, estad atentos a vuestro alrededor y flipad.
NPC’s, Finales y New Game +.
En Mortal Shell, las hogueras no existen como tal. Para respawnear cada vez que mueras, deberás encontrar a una sacerdotisa que, además de ser el NPC que se encarga de enseñarte las habilidades de cada uno de tus receptáculos, también actuará como enlace entre tu muerte y el respawn.
Hay diferentes NPC’s que puedes encontrar a lo largo de tu camino en este título (un camino no muy largo, pues el título solo me ha durado unas 11 horas). Los principales están claramentes definidos, sobretodo en una zona concreta del mapa. Pero respecto a los secundarios… en mi andadura como expósito pude encontrarme a alguno de ellos. El problema es que o bien yo no entendí el propósito de estos NPC’s, (menos uno muy especial) o no sirven de absolutamente nada salvo para decirte dos o tres frases.
Con la excepción de ese uno muy especial, quiero entrar al tema de los diferentes finales. En mi primera run, pude experimentar dos finales distintos. Es curioso ¿verdad? Dos finales en la misma run es algo que no se ve todos los días. Pues sí, esto es posible en Mortal Shell. Pero claro, tenéis que encontrarlo y descubrirlo por vosotros mismos.
En mi segunda run, que recién estoy comenzando, estoy decidido a encontrar un tercer final. Pues estoy seguro de que tiene que haberlo, o por lo menos, no me puedo quitar esa idea de la cabeza.
Por lo poco que he visto de momento en esta run recién comenzada, el NG+ afecta de una manera muy interesante. Ciertos personajes son conscientes de que la historia se está repitiendo una y otra vez.
Con lo referido a la jugabilidad y objetos podemos comentar alguna cosilla. Dispondrás de los mismos receptáculos, sellos y objetos. No pierdes absolutamente nada. Esto puede ser algo negativo o positivo, dependiendo del tipo de jugador. A mi en concreto, como jugador, me hubiese gustado el hecho de tener que volver a ir a por los receptáculos, que estuvieran en distintos lugares… no se, algo diferente. Por el contrario, lo que me he encontrado (de momento) han sido, los mismos enemigos, ningún cambio perceptible en la zonas y solo un cambio en las mecánicas. ¿Recordáis lo habilidad de endurecerse? Ahora no te hace vulnerable. En NG+ los enemigos te quitarán vida, pese a estar en modo fortaleza.
Conclusiones
Mortal Shell es un juego que probablemente te gustará si eres un amante del género, pero que a su vez, te hará echar en falta en muchas ocasiones esa dificultad extra que tienen otros juegos del mismo tipo. Pese a esto, es un juego completamente disfrutable y que me ha causado una muy buena impresión. Su jugabilidad, mecánicas originales, escenarios y ambientación, seguro que te dejarán con ganas de que llegue una segunda entrega. Y ojalá que llegue, porque Mortal Shell no es un simple Soulslike, sino mucho más que eso.
La entrada Análisis de Mortal Shell, ¿Más que un Soulslike? se publicó primero en IamGames.