Análisis de Subnautica Below Zero – Profundizando en el género

Unknown Worlds nos lleva de vuelta a un planeta predominantemente acuático que descubrir, cuando muchos usuarios aún no habrán terminado de explorar al completo su primer Subnautica de 2018.

¿Secuela o expansión?

Aunque obviamente se trate técnicamente de una secuela, la sensación que nos deja este Below Zero es la de haber instalado un generoso parche con mejoras y muchas novedades de contenido y adaptación a la nueva generación.  Las impresiones (sobre todo iniciales) con el juego, son prácticamente idénticas a las del primer título.

Esto, que poco a poco va dejando paso a diferencias más o menos sensibles, tampoco se hace algo demasiado molesto habida cuenta del precio al que se ha puesto a la venta esta segunda entrega.

Más historia, más exploración

Y es que Subnáutica Below Hell, sin renunciar en absoluto a lo que supone su columna vertebral jugable, la exploración, nos ofrece una historia más rica en todos los aspectos, y en concreto en sorpresas y “momentazos” que nos sacarán de la típica monotonía de los survivals de mundo abierto. 

No faltarán innumerables pads con información sobre nuestra “misión” y todo tipo de datos sobre lo que nos rodea. Leerlo todo nos llevará una buena cantidad de tiempo. Ponerlo en orden en nuestra cabeza, aún más. Y todo esto irá alimentándose con la aparición de puntos de interés que deberemos explorar para ir conociendo más sobre lo que ha sucedido en el planeta 4546B y, sobre todo, lo que le ocurrió a la hermana de la protagonista (motivo central de la expedición que ocupa el juego).

Un Déjà vu constante, pero no molesto

Como  dijo el sabio: “si algo funciona, no lo cambies”. Parece que aferrados a esta máxima, los chicos de Unknown Worlds decidieron no innovar demasiado para este Below Zero, dejando que el esqueleto jugable fuera calcado al de su predecesor. De esta forma, se siente que está uno jugando a una versión algo mejorada, pero eso sí, con muchos añadidos, y alguna pérdida difícil de comprender. 

Quizá la peor decisión del juego en términos jugables ha sido la de prescindir de vehículos marinos más allá del Seatruck. Si bien es cierto, han dotado a este último de una capacidad modular que lo hace personalizable y más flexible que el de antaño, pero qué queréis que os diga, yo echo de menos el Cyclops. 

Por otro lado, en Below Zero gana muchísima importancia nuestra capacidad de progresar en el exterior. Aunque sigue habiendo variados y riquísimos biomas submarinos, en esta secuela deberemos adentrarnos bastante en tierra firme haciendo frente a al terrible frío que nos acortará la autonomía de igual forma que la falta de oxígeno lo hace bajo el agua. 

Sin destriparos gran cosa, también está bien saber que tanto en cuestión de gadgets como de vehículos hay incorporaciones que nos facilitarán las cosas en este entorno. No serán pocas las veces que nos veremos obligados a alcanzar zonas más o menos alejadas en la superficie.

Herramientas de sobra

En cuanto a las posibilidades de construcción y las formas de ir desbloqueándolas, Subnautica (así, en general) es una delicia. Las enormes posibilidades en cuanto a altura y extensión de nuestra base, limitadas sólo por la consistencia estructural que debemos respetar para que no se resquebraje el conjunto, nos darán buenas horas de diversión simplemente planificando y llevando a cabo nuestra base. 

O bases, ya que en Subnáutica Below Zero las distancias a recorrer son importantes y los recursos suelen aparecer en zonas muy concretas del mapa (o biomas), por lo que no es descartable que decidamos tener dos o tres bases para poder acceder a los recursos de forma más cómoda. 

Varios modos de juego

Al comenzar la partida se nos ofrecerán varios modos de juego entre los que destacamos el modo Supervivencia (el modo normal de juego) y el Creativo (que nos puede servir para aprender los rudimentos de la construcción y la exploración sin presiones) como los más llamativos. 

A parte tendremos el Modo Libre, similar al modo supervivencia pero sin tener que estar pendiente de la comida y el agua, y el Modo Extremo, en el que sólo contaremos con una vida y no se nos alertará cuando los niveles de oxígeno decaigan. Uno por exceso y otro por defecto, se nos antojan modos para públicos más reducidos. 

Apartado técnico 

El nivel gráfico, artístico y de sonido ofrece una leve evolución respecto al anterior título, sobre todo apreciable en el uso de las luces y la mejora de la resolución en PS5, donde contaremos con el habitual selector de rendimiento / calidad gráfica. 

Más allá de la ambientación y el espectacular uso de los colores para diferenciar en biomas, nada en los gráficos de Subnautica Below Zero nos impactará, pero cumple de sobra, más allá de algunos problemas con la resolución de las texturas de algunos elementos puntuales. 

Conclusiones

Esta jovencísima saga se consolida como uno de los survivals de mundo abierto más sólidos en los que puedes invertir tus horas (y no serán pocas). Prepárate a explorar, fabricar, construir y avanzar en una interesante trama que te llevará en volandas hacia su conclusión. Sólo tú podrás decidir el ritmo que le imprimes a ese avance, tanto si prefieres dedicar horas a la exploración y la construcción, como si lo tuyo es investigar cada punto de interés tan pronto esté disponible.

Lo más negativo que puede aseverarse sobre este Below Zero es que quizá no aporte suficientes argumentos para un nuevo título completo, y el sabor que deje sea de expansión con poco peso.

Jugabilidad - 85%

Gráficos - 70%

Sonido - 80%

78%

Si disfrutaste de Subnautica (y no acabaste saturado) creemos que Below Zero te dará más de "casi" lo mismo. Los añadidos resultan refrescantes pero no suficiente para justificar toda una secuela. Aún así, Below Zero es un juego aún mejor que su predecesor y apunta a que se convertirá en una saga imprescindible en el género.

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