Análisis de Trinity Fusion

El multiverso de los roguelite

No podía faltar a mi dosis casi semanal de juego donde el concepto metroidvania, y las cualidades roguelite se vuelven a fusionar de forma maravillosa. Un juego que bajo el nombre de Trinity Fusión, y el desarrollo de Angry Mob Games, nos sumerge en el complejo tejido del multiverso, nuestros diferentes alter ego, y una mezcla notoria entre la acción y las plataformas.

Un aventura que me ha sorprendido por su capacidad de mezclar universos, conceptos jugables, y unas cualidades en su manejo que nos hacen pasear por muchas ideas. Terminando por convertirlo en una las más interesante aventuras dentro del género de estos meses. Y que seguro que los amantes del género van a saber apreciar.

Entrando ya en el multiverso de Trinity Fusion. Deciros que este planta y despliega ante nosotros una experiencia que sabe dar en cada momento su protagonismo a diferentes partes jugables basadas especialmente en la acción, plataformas y enemigos. Todo ello bajo el siempre desafiante desarrollo que generan los roguelite.

Poniendo en primer lugar sobre el terreno un trasfondo narrativo, que lleva a Trinity Fusion a sumergimos en Primario, un mundo que, en un intento de crear el multiverso, generó tres realidades alternativas; el Submundo, el Supramundo y el Hipermundo. El juego nos sitúa en el papel de Maya, una científica con versiones alternativas de sí misma en cada realidad, las cuales como es de esperar no salieron todo lo bien que hubieran deseado. Llevándonos y desafiándonos a explorar unos entornos únicos, complejos y duros. En los que tendremos que dominar habilidades específicas de cada versión. En la que la fusión de estas realidades da lugar a una experiencia dinámica y realmente desafiante que os quiero expresar en estas líneas.

Tengo que remarcar en primer lugar, lo bien montado y diseñado que está el mundo y sus diferentes zonas. Creando esa necesidad, que tanto gusta, de necesitar todo el potencial y el avance de nuestras versiones protagonistas para superar zonas que solo en el momento exacto podremos conseguir. Por ello, la variedad y diversidad de habilidades entre los personajes principales, Altara, Naira y Kera, agregan una capa adicional de estrategia y dinamismo al juego. Donde un nexo central nos va a servir como punto gestor de todo lo que nos espera en cada incursión.

Unas cualidades y herramientas únicas que deja bastante claro que más allá de unas bases de manejo comunes, nos encontramos ante tres personajes con unas características totalmente distintas. Y que nos van a obligar a adaptarnos y gestionar su manejo por separado. Creando una particular experiencia que sinceramente me ha gustado mucho por lo bien implementada que está, y la forma de hacer tan única a cada versión.

Todo esto nos lleva al importante uso de habilidades y un potente arsenal que forma el eje central de nuestro sistema de ataque y defensa. Ya que este posee una amplia variedad de armas principales y secundarias llenas de características, cualidades, mejoras, y ante todo, esa numerología que siempre nos ha gustado gestionar para ver que arma nos viene mejor equiparnos. Y que se puede completar con diferentes objetos, complementos e incluso poderes energéticos.

Y es aquí donde se nos abren las puertas de su base roguelite, y esas necesidades de saber gestionar cada situación y momento. Donde el sistema de mejoras, y una serie de potenciadores, nos lleva a que cada recorrido sea una forma de hacernos más fuertes. Destacando un sistema de potenciadores centrado en colores que crea unas sinergias muy bien implementadas y curiosas de mezclar.

Por desgracia, no todo es perfecto. Poseyendo ciertos puntos que sin dañar en exceso la buena jugabilidad que posee, si me parece que podrían haber sido mejorados en su momento de diseño. Entre estos se encuentra una interfaz que no me parece nada ágil y accesible, un diseño de niveles irregular, o un plantel de enemigos demasiado comunes y poco variados.

Pero si hay algo que especialmente no me ha gustado, y regresando al inicio de este apartado, ha sido su parte narrativa. Ya que presenta una trama algo abstracta, que poco avanza y explica, y que más allá de ciertos detalles de una historia de manual, esta nos lleva por unos derroteros que poco motivan seguir pese a que el mundo da mucho más de sí.

Para ir terminando, deciros que el juego puede durar en torno a una veintena de horas según como nos adaptemos. Siendo interesante como se ha gestionado la dificultad. Aportando diferentes niveles, y unas cualidades adaptativas que lo hacen ideal para cualquier tipo de jugador.

Conclusión

Concluyendo con el análisis. Deciros que Trinity Fusion ofrece una experiencia sólida dentro del súper explotado género roguelite. Destacando por una muy bien llevada acción, su mezcla de universos y personajes, y unas mecánicas jugables que se disfrutan con sencillez y variedad dentro de una tipología de juego normalmente muy exigente. Y aunque no logra alcanzar las alturas de los grandes referentes, es de esas aventuras que va a agradar a muchas gente, sin que las llegue a marcar.

Un juego que pese a aportar poco al género, me parece una buena aportación para todo aquel que le guste este tipo de juego, que quiera una aventura solida pero sin demasiada parafernalia, y en general, para todas aquellas personas que nunca se hayan atrevido con este adictivo mundo de los roguelite, ya que me parece que aporta todo eso que un buen juego del género puede dar, sabiendo en todo momento como plasmarlo sobre sus escenarios y su intrincado multiverso.