Aunque lo ha hecho con bastante retraso, por fin ha llegado Dead Rising 4 a PlayStation 4. La saga no parece llevarse muy bien con las consolas de Sony, a las que o bien suele llegar más tarde, o bien ni siquiera llega a lanzarse, como sucede con Dead Rising 3, que aún mantiene su exclusiva con Xbox One y PC. No obstante, no ha sido este el caso de esta cuarta parte, que aparte de estar ya a la venta para PS4, también incluye unas cuantas novedades, como son todos los contenidos descargables publicados hasta la fecha y un nuevo modo de juego llamado Capcom Heroes.
NO ES EL REGRESO ESPERADO
Uno de los principales atractivos que tiene Dead Rising 4 de cara a atraer al público fiel de la saga era el retorno de Frank West, el carismático reportero que protagonizó el primer juego y el spin-off de la segunda parte titulado Dead Rising 2: Off the Record. Y es que no cabe ninguna duda que el personaje realmente querido de esta serie de juegos siempre ha sido este singular fotógrafo capaz de enfrentarse al peligro codo con codo, mientras viste un traje ridículo saqueado de alguna tienda. Sin embargo, este regreso no ha sido el que muchos esperábamos. Lo cierto es que en Dead Rising 4 el Frank West que tenemos en escena es uno muy diferente al que conocíamos, y no sólo por el cambio de actor de doblaje.
En esta ocasión Frank se ve transportado de nuevo a Willamete, dónde un nuevo brote zombi ha estallado justo en la inauguración del nuevo centro comercial. Esto no debería haber pasado, puesto que desde hace un tiempo la humanidad encontró la cura para la enfermedad que zombifica a la gente, por lo que estos sucesos suelen estar controlados. Este hecho lleva a que las autoridades recurran a Frank West para cubrir los sucesos y encontrar a los culpables, que parecen tener relación con su pasado.
No os vamos a engañar, la historia de Dead Rising 4 es bastante pobre y no genera mucho interés. Repite bastantes de los tópicos y giros que ya vimos en juegos anteriores. Lo peor, sin embargo, es el cambio radical de personalidad que parece haber sufrido el protagonista. En esta cuarta parte encontramos a un Frank demasiado cómico, que no parece dejar de hacer el payaso y reírse de todo, no importa lo grave de la situación.
No nos entendáis mal, el humor siempre ha estado presente en la saga, pero no tanto en la personalidad de sus personajes, bastante seria. En su lugar el humor venía representado más bien por las situaciones ridículas que podía plantear el jugador durante los momentos jugables, matando no muertos con armas inverosímiles mientras iba vestido con trajes de famosos personajes de Capcom, entre muchas otras opciones.
TOMATELO CON CALMA
Que se haya desviado de la plasmación que se había hecho de Frank West en entregas pasadas tampoco debería resultar extraño. Desde su secuela, la saga Dead Rising parece ir cambiando cada vez más, dejando atrás muchas de las señas de identidad que hicieron del primer título un juego tan válido. En este sentido Dead Rising 4 no es una excepción, y va un paso más allá eliminando de la jugabilidad uno de los elementos más representativos de la franquicia, el cronómetro.
Si algo diferenciaba a Dead Rising de otro juegos de mundo abierto en los que hay que explorar el entorno e ir cumpliendo misiones era que contábamos con un tiempo limitado para acudir a cada una de ellas y completarlas. El tiempo avanzaba sin pausa, y eramos nosotros los que teníamos que decidir si atendíamos las peticiones que se nos realizaban o no. De este modo era posible llegar al final de la aventura sin haber descubierto nada de la trama principal, o no habiendo luchado con una buena ristra de enemigos opcionales. Esto en Dead Rising 4 ya no es así.
Ahora ya no hay ningún limite de tiempo para llevar a cabo las tareas que se nos presenten por delante. Podemos acometerlas cuándo más nos convenga, sin prisas. Esto puede resultar positivo para aquellos que se vieran agobiados por el viejo sistema de juego, pero la realidad es que resta poder de decisión al jugador y esa experiencia que hacía de la saga algo diferente al resto.
Aparte de esta gran ausencia, Dead Rising 4 si mantiene novedades jugables vistas en sus predecesores. De nuevo podemos explorar el mapa, bastante extenso, de Willamete a nuestro antojo. En él toca luchar contra hordas de zombis, más peligrosos por su número que por su letalidad, y también contra humanos no mucho más inteligentes que los muertos vivientes. Para ello podemos hacer uso de los miles de objetos distintos que podemos recoger por todos lados. Lo más útil, y espectacular, será combinarlos entre sí para crear nuevas y letales armas o vehículos.
Seguimos teniendo el sistema de progresión, por el cuál nuestro personaje va subiendo niveles que le otorgan puntos para acceder a mejoras de diversa índole, así como nuevas recetas y habilidades que nos ayuden en la aventura. Para obtener la experiencia necesaria para esas subidas de nivel basta con matar zombis y hacer fotos de gran calidad. Porque sí, de nuevo tenemos la posibilidad de realizar todo tipo de curiosas fotos por las que ser puntuados, e incluso con funcionalidades nuevas para la cámara que se usan en misiones de la trama principal.
Por último, Dead Rising 4 prolonga su experiencia jugable con un montón de coleccionables repartidos por el mapa y que podemos encontrar. Será mucho más fácil hacerlo, claro, si empleamos nuestro duramente ganado dinero en adquirir los mapas que revelan su posición.
NO ES UN PORTENTO VISUAL
Y no lo decimos como algo negativo, sino que se trata de una simple afirmación. Porque Dead Rising 4 no es un juego que llame la atención por un apartado visual arrebatador. No obstante el juego cumple y muestra en pantalla el suficiente detalle en sus modelados como para ser vistoso. Además, debemos reconocerle el esfuerzo de poner en pantalla auténticas legiones de criaturas no muertas sin que parezca afectar al rendimiento.
Existen, sin embargo, algunos problemas con las físicas, ya que dada su naturaleza de juego de mundo abierto, a veces no es extraño detectar algún bug o error aquí y allá, sobre todo con la detección de colisiones, pero no es nada especialmente grave.
En lo sonoro Dead Rising 4 es también cumplidor. El juego llega en inglés con textos y subtítulos en castellano, lo cual es curioso si tenemos en cuenta que la tercera entrega, aunque no vio la luz en PlayStation 4 sí estaba doblada al castellano.
CON MEJORAS EN PLAYSTATION 4
Ya hemos dicho que esta versión que llega a nuestra consola un año después de su lanzamiento original en la de Microsoft y en PC, trae novedades. Estos son la totalidad de los contenidos descargables que aparecieron para el juego, sin coste extra, pero no incluidos en el disco, por lo que hay que descargarlos aparte.
Aunque hay atuendos y armas nuevas, así como más niveles de dificultad, lo más llamativo son los diferentes modos de juego accesibles desde el menú principal. El primero de ellos apodado Frank Triunfante nos pone en la piel del reportero después de haber completado la aventura. Aquí nos hemos infectado por el virus zombi, y nos toca, como un no muerto y algunas habilidades nuevas, buscar una cura. Aunque es un extra añadido interesante, no deja de ser el antiguo Modo Prórroga, que oculta el verdadero final del juego.
Otro de estos añadidos es Super Ultra Dead Rising 4 Mini Golf, que no deja ser un pequeño juego de golf, con la locura de añadir zombis y otras ideas peculiares como pelotas en llamas. Es divertido y entretenido, se le pueden echar horas, y se disfruta mucho más en multijugador, sobre todo si es local.
La experiencia la completa Capcom Heroes. Esta modalidad nos lleva a jugar la aventura completa de nuevo, con la particularidad de que repartidas por el escenario hay una serie de estrellas que nos otorgan acceso a disfraces basados en personajes icónicos de Capcom. El homenaje a estos otros juegos no queda hay, porque cada traje nos otorga las habilidades y poderes del personaje homenajeado, lo que multiplica la diversión a la hora de matar muertos vivientes.
CONCLUSIÓN
Si sois aficionados a la saga Dead Rising, esta cuarta entrega supondrá un nuevo golpe, puesto que desde que viera la luz el primer juego, hasta la fecha el mejor de todos, la saga no ha dejado de ver su calidad mermada con cada nueva edición. Aunque es cierto que ningún Dead Rising llegó al sobresaliente, sí hablamos de una licencia que ofrecía una experiencia notable, pero que con el tiempo ha ido perdiendo virtudes, y sus nuevas ideas no consiguen dar en la tecla.
¿Significa eso que Dead Rising 4 es un mal juego? No, no lo es. En realidad es un título entretenido, que puede proporcionar bastantes horas divertimento y que en esta versión para PlayStation 4 viene mejorado con una serie de añadidos curiosos e interesantes por los que no ha habido que pagar nada extra. No obstante, comparado con su juegos pasados, si se trata de una cuarta entrega que palidece.
Historia - 68%
Juganilidad - 79%
Gráficos - 79%
Sonido - 70%
74%
¿Significa eso que Dead Rising 4 es un mal juego? No, no lo es. En realidad es un título entretenido, que puede proporcionar bastantes horas divertimento y que en esta versión para PlayStation 4 viene mejorado con una serie de añadidos curiosos e interesantes por los que no ha habido que pagar nada extra. No obstante, comparado con su juegos pasados, si se trata de una cuarta entrega que palidece.
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